El Plan de Gestión de Residuos Urbanos que la Xunta aplicará en Galicia hasta 2020 fija como objetivos reducir un 10% la cantidad de desechos generados por habitante, aumentar la reutilización y reciclaje hasta el 30% y rebajar hasta el 24% la cantidad de basura que se deposita en los vertederos controlados, frente al 53% que recibe tal destino en la actualidad.

Así lo explicó hoy el secretario xeral de Calidade e Avaliación Ambiental, Justo de Benito, durante la presentación del plan, que se divide en tres fases y proyecta mejorar las instalaciones en funcionamiento y la construcción de ocho nuevas plantas de compostaje, de las que una estará en las instalaciones de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama) en Cerceda y otra en la nueva central que se construirá en el Sur de la comunidad para la gestión de residuos.

Esta segunda planta, que está previsto que comience a funcionar en la segunda fase del plan, entre 2014 y 2017, tendrá un presupuesto de 244,8 millones de euros y, aunque "la decisión no está tomada", el proyecto de la Xunta "no impide" que la gestión la haga una empresa privada, a través de una concesión, expuso Justo de Benito.

De hecho, la mayor parte de las inversiones para las nuevas infraestructuras saldrán de los gestores (aportarán 430 de los 510 millones totales, frente a los 31,5 de la Xunta; los 7,1 de las entidades locales; los 5,1 del Estado y los 22,9 de las entidades de recogida selectiva) y "está previsto" que se hagan a través de concesiones, indicó de Benito, quien apuntó que, en algún caso, estos gestores pueden ser administraciones públicas.

En cualquier caso, señaló que la gestión por parte de una empresa "no tiene por qué incidir en el coste" al ciudadano, aunque un mejor tratamiento es más caro. No obstante, destacó que el reciclaje "es económicamente rentable" y, en la medida en que éste aumente, "se reducirán costes".

También queda pendiente de fijar la ubicación de la planta del Sur, pues el documento, que la Xunta prevé remitir al Parlamento en noviembre o diciembre, "no tiene por qué tomar esa decisión".

APROBACION A FINALES DE AÑO

Preguntado acerca del emplazamiento para levantar el complejo que libere de la sobrecarga a Sogama, el secretario xeral se limitó a señalar que el documento que se remita al Parlamento no tiene por qué establecer el lugar concreto, sino que "orienta" a que sea en el Sur para "evitar la concentración que ahora se produce en Cerceda". El plan se publicará mañana en el Diario Oficial de Galicia (DOG) para iniciar el trámite de información pública y el texto definitivo irá al Consello de la Xunta y, posteriormente a la Cámara gallega, a finales de año.

El responsable de Calidade e Avaliación Ambiental explicó que los gallegos generan una media de 1,216 kilos de basura por día y persona, lo que deja a la comunidad en una posición "relativamente" positiva --por debajo de los promedios español y europeo--. Uno de los objetivos será estabilizar y después reducir un 10% la cantidad de desechos por ciudadano, una línea que dispondrá de 11,35 millones para "modificar hábitos de consumo". Entre las acciones concretas estarán la reducción de embalajes o la potenciación de materiales duraderos.

Asimismo, de Benito explicó que la previsión es recuperar o reciclar el 30% de los desechos en 2020 --en la actualidad es el 10,3%--. En concreto, se buscará valorizar el 25% de los residuos orgánicos; el 60% del vidrio; el 50% del papel y cartón y el 50% de los envases ligeros. El Gobierno gallego pretende también incrementar la valorización energética.

RECOGIDA SELECTIVA

En este sentido, el secretario xeral subrayó que es "esencial" aumentar la recogida selectiva de basuras, o de lo contrario será "imposible" alcanzar las cifras de reciclaje deseadas. Además, otras líneas buscarán ampliar la red de puntos limpios, de modo que todos los núcleos con más de 3.000 habitantes dispongan de uno en 2020; "ambientalizar" la administración o elaborar un plan de comunicación para cambiar los hábitos de consumo.

La Xunta impulsará también la planificación territorial y promoverá nuevos instrumentos para gestionar los residuos sólidos urbanos, entre los que de Benito citó la agrupación de municipios para elaborar planes supramunicipales en este ámbito.

En la primera fase del plan, hasta 2013, las acciones se centrarán en estabilizar la generación de basura, iniciar los trámites para la construcción de nuevas plantas --que de Benito justificó que no estarán antes de 2014 por el tiempo que lleva construirlas--, la mejora de las existentes y la puesta en marcha del complejo de O Morrazo, terminado desde 2003 pero que aún no funciona.

INVERSIONES EN LAS PLANTAS

Las inversiones serán de hasta 29 millones en Cerceda, de los que entre 12 y 13 serán para las nuevas instalaciones de compostaje; mientras que Nostián tendrá entre 24 y 25,5 millones; el complejo del Barbanza contará con entre 14 y 15 y el de O Morrazo, pendiente de su puesta en marcha, con entre 2,4 y 2,6.

La nueva planta de tratamiento de residuos del Sur tendrá una planta de selección de envases, una de envases ligeros y otra de compostaje, así como una de valorización energética, con una capacidad de 290.000 toneladas y hasta 230 millones de inversión.

Los otros seis centros de compostaje, para los que tampoco hay todavía una ubicación establecida, tendrán capacidades de entre 10.000 y 5.000 toneladas. En este ámbito se prevé también la puesta en marcha de pequeñas plantas locales con capacidad por debajo de las 2.000 toneladas anuales.

Asimismo, apuntó de Benito, se podrán en funcionamiento cuatro plantas de transferencia, a las que se destinarán 3 millones de euros y que buscarán que todos los ayuntamientos cuenten con una a menos de 37 kilómetros.

El secretario xeral avanzó que en 2017, al inicio de la tercera fase del plan, se hará una revisión del avance de los objetivos establecidos.