Los profesores españoles también tienen su particular Erasmus. Becas otorgadas por el Ministerio de Educación o las comunidades autónomas que les permiten impartir clases de español durante todo un curso más allá de los Pirineos. Los bautizados como lectores o auxiliares de conversación persiguen el objetivo de mejorar sus habilidades en un determinado idioma a la vez que conocen otra cultura y métodos de enseñanza y aprendizaje distintos a los del sistema educativo español. Galicia cuenta este curso con 54 auxiliares de conversación extranjeros que imparten clase en colegios e institutos, frente a tan solo trece docentes gallegos que quisieron desempeñar su labor en otro país, según datos del Ministerio y la Consellería de Educación.

La función principal de los auxiliares de conversación es la de apoyar al profesor titular aunque a la hora de la verdad, muchos actúan como si fuesen un docente más. "Creo que no es necesario que, como en mi caso, en una clase para adultos haya dos profesores. El lector puede impartir la materia perfectamente", señala la francesa Anne Cognard, que esta semana finalizó su trabajo como lectora en la Escuela Oficial de Idiomas de A Coruña y que reconoce que, en su caso, a veces le permitían dar clase a ella sola. El objetivo es que estos profesores de apoyo organicen proyectos y actividades con el resto de docentes para mejorar la expresión y comprensión del alumnado en otros idiomas. Nada como un profesor nativo para que los estudiantes perfeccionen su pronunciación o su soltura a la hora de establecer una conversación.

Con esta finalidad en la maleta, un total de 54 profesores de otros países llegaron a principio de este curso a colegios, institutos y escuelas de idioma de la comunidad gallega. La mitad proceden de países de habla inglesa (un total de 27), a los que siguen a gran distancia quienes dominan el francés (17). Además, ocho alemanes y dos chinos ayudan a que los gallegos mejoren en su lengua materna, según los últimos datos de Acción Educativa en el Exterior del Ministerio de Educación. Unas cifras que sitúan a Galicia a la cola de España en cuanto a este tipo de profesionales: tan solo Asturias (47), Canarias (21) y Navarra (13) recibieron a menos lectores que la comunidad gallega. En el lado contrario se encuentran Andalucía y Madrid, con 684 y 639 auxiliares de conversación foráneos en sus aulas.

Pero si Galicia cuenta con pocos profesores extranjeros, todavía son menos los gallegos que deciden salir a dar clases de español fuera de España. En la actualidad, tan solo trece personas solicitaron la beca Comenius para ser lector en Alemania, Francia, Italia, Lituania, Portual e Inglaterra. Unos datos a los que, según la Xunta, habría que añadir quienes se trasladan con una ayuda del Gobierno estatal, quien no tiene cifras desglosadas por comunidades. La pereza para ir al extranjero es común en todo el país ya que mientras los foráneos que vienen a España con este programa aumentaron un 474% desde 2002 (al pasar de 450 a los 2.585 actuales), los españoles que van al extranjero subieron un 24%.

Este tipo de becas ayudan a mejorar el nivel de un idioma pero están pensadas únicamente para quienes quieren dedicarse a la docencia. Por ello, uno de los requisitos indispensables para obtener una plaza es estudiar el último curso o ser licenciado en Magisterio con especialidad en lengua extranjera, en Traducción e Interpretación o en la Filología correspondiente. No solo los alumnos se van de Erasmus, los profes siguen sus pasos.