Los expertos alertaron ayer de que se ha registrado un "ligero repunte" en el consumo de heroína fumada e inhalada, ante el que es necesario tomar medidas, dada la peligrosidad de una droga que causó estragos en España en los años 80 y a la que se hacen adictas 1 de cada 4 personas que la prueban.

Así se desprende del Informe sobre Heroína presentado ayer en una rueda de prensa por la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, y que ha sido elaborado por la Comisión Clínica de este organismo. Los datos de las encuestas nacionales de 2007 y 2008 sitúan el consumo de heroína por debajo del 1% tanto de la población general como en estudiantes de 14 a 18 años, y se contabilizan alrededor de 82.000 "consumidores históricos" tratados con metadona.

Mientras que en 2007 ningún encuestado contestó afirmativamente a la pregunta de si había consumido heroína en el último mes, en 2008 este porcentaje creció una décima al responder que sí lo habían hecho un 0,1% de los interpelados. Moya explicó que el dato no sería significativo con otras sustancias adictivas pero, en el caso de este opiáceo, "resulta preocupante" y constituye una "señal de alerta", ya que la heroína fumada o inhalada "sigue siendo tan adictiva y produce los mismos problemas en términos de salud y vida" que la inyectada.

En la actualidad, un 77% de los consumidores fuma heroína, un 12% se la inyecta y un 8,9% la inhala. El precio de referencia del gramo de esta droga se sitúa en unos 40 euros, frente a los entre 60 y 70 que cuesta el de cocaína, aunque puede salir más cara si se intenta adquirir en la noche del viernes y el sábado por la mayor demanda.

"Los jóvenes desconocen los estragos que el consumo de heroína provocó en nuestro país en los años 80; de ahí la importancia de recordar la peligrosidad de esta droga". apostilló Moya.