Los hijos de mujeres que fumaron antes, durante y después del embarazo sufren más sibilancias, tos nocturna y se resfrían más a menudo que el resto de los niños durante los cuatro primeros años de vida, según un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.

El objetivo del informe es evaluar los periodos de mayor susceptibilidad a la exposición de tabaco y relacionarlos con las enfermedades respiratorias.

Los resultados demostraron que la exposición al humo del tabaco tiene efectos nocivos para la salud de los niños. En concreto, los niños expuestos al tabaco sólo en época prenatal presentaron una incidencia de hospitalizaciones por infección respiratoria mayor que los hijos de madres no fumadoras. Por su parte, la exposición postnatal se asoció con la aparición de sibilancias tardías y con un aumento de probabilidades de padecer asma a los cuatro años. Las sibilancias o la tos persistente también aumentan si la exposición es constante.