El Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha indemnizado con 200.000 euros a la familia de un paciente de A Coruña que falleció por pancreatitis aguda un mes después de ingresar en el hospital debido a un "error de diagnóstico", según la defensa de los afectados, que demoró el tratamiento "adecuado".

Según ha explicado a Europa Press el abogado de la familia y letrado de los servicios jurídicos de la asociación El Defensor del Paciente, Cipriano Castreje, la familia de V.M.J.M., fallecido a los 43 años de edad en el año 2000, percibió este miércoles la indemnización tras cumplirse diez años de un proceso que, según ha dicho, se demoró por "el lentísimo funcionamiento de la Justicia", cuando la media habitual de resolución de un caso de estos ronda los tres años.

La familia de V.M.J.M ha sido indemnizada por la compañía de seguros del Sergas por un acuerdo extrajudicial con los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente en representación de los demandantes, que puso fin al proceso judicial iniciado en vía penal y, posteriormente, en vía contenciosa ante los juzgados de A Coruña y Santiago, respectivamente, debido a un cambio de jurisdicción en el transcurso del proceso.

Castreje ha incidido en que la compañía de seguros del Sergas aconsejó un acuerdo con la familia después de una prueba pericial "contundente e irreversible" presentada por este letrado especialista en derecho sanitario.

HECHOS

V.M.J.M. fue ingresado en Urgencias del entonces denominado Hospital Juan Canalejo, actual Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac), el 2 de marzo del año 2000 aquejado de "dolor abdominal difuso, intenso, progresivo y asociado a nauseas y vómitos".

El paciente ingresó para vigilancia en Cirugía General, pero, como no había camas en dicho servicio, lo ingresaron como "periférico" en Cardiología. En Urgencias le diagnostican de "colecistitis aguda incipiente" y, a pesar del "continuo agravamiento" del paciente "reflejado de modo inequívoco en las hojas de evolución de enfermería", no fue valorado de nuevo por ningún médico hasta el quinto día de ingreso.

"Ello a pesar de que los médicos que lo atendían disponían de suficientes datos clínicos y bioquímicos para diagnosticar la verdadera dolencia que padecía el paciente, que era una pancreatitis, datos tales como deshidratación grave, insuficiencia renal y síndrome de respuesta inflamatoria sistémica", expuso el letrado.

ACTOS INCORRECTOS

Según el informe pericial aportado en el juzgado, "entre los actos incorrectos realizados con el paciente se constata líquidos intravenosos insuficientes, pauta analgésica incorrecta e insuficiente, antibiótico no indicado y no ajustado a la función renal, uso de contraste en el TAC, y empleo de diuréticos tras uso de contrastes en la insuficiencia renal, dosis tóxicas de antibióticos y antiinflamatorios en insuficiencia renal".

El abogado de la familia ha indicado que "el paciente fue víctima de un error de diagnóstico inicial y de un error en cadena posterior", ya que, según ha argumentado, "no sólo hubo error en el diagnóstico, sino negligencia en la valoración de los datos clínicos de los que se disponían que demoran el diagnóstico y el tratamiento adecuado".

"Nadie se muere de una pancreatitis aguda si se diagnostica y trata a tiempo, y de forma adecuada, al menos en un hospital del nivel del Chuac", ha argumentado, al tiempo que ha añadido que en este caso "al error en cadena hay que sumar el contexto de una pésima organización del trabajo hospitalario durante épocas de festividades" --el paciente ingresó en Carnavales--.

Castreje ha considerado este hecho "impropio de un hospital como el Chuac", con servicios quirúrgicos "sofisticados y duplicados", y ha indicado que "como consecuencia de su pésimo funcionamiento" ocasionaron "un daño irreversible al paciente", que falleció un mes después de su ingreso, "y a su familia".