El entrenador de la selección española de fútbol, Vicente del Bosque, afirmó ayer en su discurso durante la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias 2010, que el equipo campeón del mundo y ganador del galardón de los Deportes hizo de "la modestia un arma tan poderosa como su mismo y arrebatador juego".

El técnico salmantino, uno de los cuatro premiados que intervinieron en el acto institucional celebrado en el Teatro Campoamor de Oviedo, recibió una prolongada ovación junto a los diez jugadores campeones del mundo que le acompañaron sobre el escenario. El presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y el ex seleccionador Luis Aragonés, también se incorporaron para la foto oficial, que completaron Iker Casillas y Sergio Ramos (Real Madrid), Xavi Hernández (Barcelona), Pepe Reina (Liverpool), Joan Capdevila y Carlos Marchena (Villarreal), Fernando Llorente y Javi Martínez (Athletic de Bilbao), Jesús Navas (Sevilla) y Juan Mata (Valencia).

"Desde hace más de 100 años, el fútbol forma parte de lo cotidiano de nuestra vida y va inexorablemente ligado a las esperanzas e ilusiones de millones de españoles", destacó Del Bosque, para el que "el fútbol no deja indiferente a nadie ni es artículo de menor cuantía". "Somos beneficiarios de un estatus, de unos privilegios y de unas responsabilidades que no pueden ignorarse", subrayó el seleccionador, quien añadió: "Abanderamos y articulamos un fenómeno universal de cuya trascendencia no cabe duda y que nos anima a tratar de ser mejores cada día".

A su juicio, "la selección que hoy (por ayer) recibe el premio Príncipe de Asturias es depositaria de unos valores que van más allá de los éxitos puntuales y de su materialidad, y es también legítima heredera de una tradición que nos honra". "Esos valores tienen carácter imperecedero y perfil determinante", afirmó Del Bosque en alusión al "esfuerzo, el sacrificio, el talento, la disciplina, la solidaridad y la modestia". Además, manifestó que "el éxito de España en Sudáfrica fue el premio a todo ello, pero, también, el resultado del convencimiento de los jugadores en que lo que hacían era lo mejor y a la fe en su propuesta futbolística". "La selección se siente profundamente satisfecha de haber alcanzado el éxito conseguido y muy orgullosa de haber podido responder a la confianza que millones de españoles depositaron en ella", dijo el técnico, que confesó: "El grupo al que represento reúne todas las virtudes que un entrenador ha deseado siempre".

El máximo responsable de la selección reveló: "La inolvidable victoria que nos brindaron en Sudáfrica queda para la historia y, en su intramuros, la humildad de un grupo de futbolistas que han hecho de la modestia un arma tan poderosa como su mismo y arrebatador juego".

"Por último", concluyó, "quisiera destacar el apoyo recibido en Sudáfrica, en primer lugar por Su Majestad la Reina y Sus Altezas Reales los príncipes de Asturias. Para ellos es nuestro agradecimiento por su apoyo y su fe".

Del Bosque pronunció su discurso después de recibir de manos del príncipe Felipe el diploma acreditativo del premio. Tocaba entonces hacerse la foto de rigor, junto a los futbolistas. Pero el seleccionador no lo dudó y rompió el protocolo para irse a buscar a su predecesor en el cargo, Luis Aragonés, para que les acompañase, en medio de una gran ovación de los asistentes. También se unió el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar. Finalmente todos se hicieron la fotografía juntos, con un Aragonés visiblemente emocionado. Del Bosque ya le había dedicado palabras de elogio en la rueda de prensa oficial de los premios.