La cadena estadounidense de supermercados Walmart pidió ayer al Tribunal Supremo que rechace que la demanda por discriminación sexual presentada contra la compañía por 500.000 trabajadoras se convierta en colectiva, que sería la mayor de la historia.

El caso comenzó en 2001, cuando seis empleadas demandaron a la compañía por discriminación tanto en su remuneración como en sus posibilidades de ascenso por razón de género y, en junio de ese año, un juez de San Francisco (California) aprobó la querella colectiva dentro de algunos márgenes de la ley que determina esos casos.

Después de diez años de pasar por varias instancias, la apelación de Walmart llega al Supremo, que ayer empezó a escuchar los argumentos para determinar si ha lugar una querella colectiva para las 500.000 demandantes actuales, aunque el caso llegó a involucrar a alrededor de 1,5 millones de empleadas o antiguas empleadas de la compañía.

Ayer, mientras se escuchaban los argumentos de la compañía en el Supremo, fuera, cientos de mujeres manifestaban su apoyo a la demanda.