El párkinson es, después del alzheimer, la segunda enfermedad neurológica crónica con mayor incidencia entre los españoles. Con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de acudir al médico ante el mínimo síntoma para detectarlo a tiempo, la Asociación Párkinson Galicia-Coruña celebra desde hoy hasta el 14 de abril diferentes actividades. Según la presidenta de la organización, Ana Vidal Carro, la gente está cada vez más informada sobre esta dolencia, lo que ha contribuido a reducir las confusiones en el diagnóstico.

-¿Ha aumentado el número de afectados por esta dolencia?

-Este año hemos pasado de los 420 a los 480 asociados en A Coruña. El párkinson suele aparecer después de los 50 años pero cada vez nos llegan casos de gente más joven. La incidencia no baja porque los expertos todavía no han encontrado la causa que explique con certeza su origen.

-¿Cuáles son los síntomas más frecuentes con los que se manifiesta la enfermedad?

-Los más comunes son los temblores, sobre todo en las manos, junto al agarrotamiento muscular en las piernas, hasta el punto de que la persona se bloquea y no puede moverse. Aparte de los temblores y los bloqueos, es frecuente tener problemas para dormir o de equilibrio.

-¿Por qué es tan difícil el diagnóstico precoz?

-Hoy en día no hay nada definitivo acerca del diagnóstico del párkinson. Cada paciente presenta síntomas distintos y cuando uno se da cuenta, la enfermedad ya se ha instalado. Los indicios externos se manifiestan cuando ya se lleva bastante tiempo perdiendo masa negra, por eso siempre se detecta tarde. Muchos pacientes están mal diagnosticados porque a los especialistas, a veces les resulta difícil diferenciar entre la patología y los achaques de la edad.

-¿Qué tratamientos son los más eficaces para combatir el párkinson?

-Con lo que se sabe hasta ahora no se puede frenar la patología, por lo que es muy importante tratarlo cuanto antes para, por lo menos, intentar que su avance sea más lento. En el tratamiento de las enfermedades neurológicas no queda más remedio que ir probando con los diferentes fármacos que existen en el mercado hasta dar con el que mejor funcione con cada paciente, porque no hay ninguno definitivo que sirva para todos. Lo único que sirve para todos y que aporta grandes mejorías a largo plazo es la terapia. Es importante formar un núcleo en el que los pacientes se sientan apoyados, porque la atención desde el punto de vista psicológico también influye en la evolución del paciente.

-¿Qué mejoras ha supuesto la ley de dependencia para la vida cotidiana de los pacientes aquejados de párkinson?

-Esta normativa va avanzando con pasos muy lentos, pero menos es nada. Ha dotado a los enfermos de medios, como la asistencia a los que viven solos o el traslado a las consultas médicas y a las asociaciones para recibir sus tratamientos o terapias. Sin embargo, el texto no aborda un aspecto fundamental como es la investigación en métodos que permitan en un futuro la curación definitiva.