Un accidente cerebrovascular consiste en una interrupción del suministro de sangre a cualquier parte del cerebro. Puede denominarse "ataque cerebral", enfermedad cerebrovascular, derrame cerebral, ACV, infarto cerebral, hemorragia cerebral, accidente cerebrovascular isquémico e ictus.

En España se producen 150 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y año. Puede suceder cuando:

-Un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro queda bloqueado por un coágulo y se presenta un accidente cerebrovascular isquémico.

-Un vaso sanguíneo se rompe, causando trasvase de sangre dentro del cerebro (entre las neuronas); se denomina accidente cerebrovascular hemorrágico.

La interrupción de la llegada de sangre al cerebro durante unos pocos segundos provoca que las neuronas no puedan recibir oxígeno, lo que puede producirles daños permanentes.

El isquémico es el más frecuente y generalmente resulta del taponamiento de las arterias, por una afección llamada ateroesclerosis. Los depósitos de grasa se acumulan en la pared de las arterias formando una placa de ateroma. Frecuentemente, la placa hace que la sangre fluya en forma anormal y que se coagule. Si el coágulo aparece y permanece en el mismo sitio en el cerebro, se denomina trombo cerebral; si se forma en otra zona, se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro y se queda allí, se denomina émbolo y provoca una embolia cerebral.

Los factores de riesgo son: la hipertensión, la edad, los antecedentes familiares, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol alto, la cardiopatía concomitante y el consumo de ciertos fármacos (como las píldoras anticonceptivas en fumadoras mayores de 35 años). Además, el consumo de cocaína, alcohol, un traumatismo craneal y los trastornos hemorrágicos incrementan el riesgo de sangrado cerebral.

Es posible que el paciente no note los síntomas, pero debo señalar que la aparición súbita de alguno de los siguientes puede ser indicativa:

-Debilidad o parálisis de un brazo, una pierna, un lado de la cara o cualquier parte del cuerpo

-Entumecimiento, hormigueo o disminución de la sensibilidad

-Cambios en la visión

-Lenguaje mal articulado, incapacidad para hablar o entender, dificultades para escribir o leer

-Dificultad para deglutir o babeo

-Pérdida de la memoria

-Vértigos

-Pérdida del equilibrio o la coordinación

-Cambios en la personalidad

-Cambios anímicos (depresión, apatía)

-Somnolencia, letargo y/o pérdida del conocimiento

-Movimientos incontrolables de los ojos o párpados caídos

En el diagnóstico es importante saber cómo se desarrollaron los síntomas para determinar el estado del paciente. El médico buscará deficiencias neurológicas, motoras y sensoriales, que con frecuencia corresponden a la ubicación de la lesión del cerebro, realizando las pruebas que considere oportunas (TAC, electrocardiograma, ecocardiograma, ecografía carotídea, un monitor cardíaco mientras está en el hospital o como paciente ambulatorio para determinar si hay arritmia cardiaca, etc.)

Es una emergencia, pues la obtención de tratamiento inmediato puede salvar vidas y reducir la discapacidad. Se debe llevar a la persona a urgencias inmediatamente para determinar su estado y comenzar el tratamiento. Sólo el médico puede pautarlo y suele utilizar diferentes fármacos: trombolíticos, anticoagulantes, medicamentos para la hipertensión, analgésicos para el dolor de cabeza, etc.

El objetivo del tratamiento a largo plazo es la recuperación de la mayor funcionalidad posible y la prevención de accidentes cerebrovasculares futuros; la rehabilitación incluye terapia del lenguaje, terapia ocupacional y fisioterapia. El tiempo de recuperación difiere de una persona a otra.

Para prevenir la aparición es aconsejable seguir las recomendaciones de tu médico. Si tienes factores de riesgo (hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto y enfermedad cardiaca), debes seguir una dieta baja en grasas, dejar de fumar, hacer ejercicio regularmente y no beber alcohol. La terapia con aspirina se recomienda en mujeres menores de 65 años, en tanto los beneficios superen los riesgos y debe ser pautada por el médico.