El gasto en dependencia se disparó en Galicia un 24% desde mayo a pesar de que solo se incrementó en un 14% el número de personas beneficiarias. La razón es que la Xunta se decanta cada vez más por prestaciones caras para atender a los dependientes -residencias, centros de día o ayuda a domicilio frente a los pagos a cuidadores no profesionales, que son el servicio más económico-. Como resultado el coste por dependiente se situó en noviembre en 773 euros al mes, un 8% más que hace seis meses, el mayor incremento de toda España.

Así lo reflejan los datos de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, que advierte, sin embargo, que el hecho de que se incremente el coste por dependiente "no es precisamente un buen indicador". "Gastar más dinero no siempre es sinónimo de gestión más eficiente", explica el presidente de la asociación, José Manuel Ramírez.

Galicia es la séptima comunidad autónoma que más dinero se gasta en atender a cada dependiente y, sin embargo, es la segunda, después de Canarias, que tiene más personas en lista de espera. La Consellería de Traballo opta en mayor medida por ofrecer a los dependientes plazas en residencias, centros de día o ayuda a domicilio. Solo el 46,8% de las prestaciones que ofrece son las pagas a cuidadores no profesionales, que como define Ramírez son el low cost de la dependencia. Por el contrario, la media en España de ayudas para que los dependientes sean atendidos en sus casas por sus familiares asciende al 56,3%. "Galicia está diez puntos por debajo de la media nacional. Es normal que el coste por dependiente sea, por lo tanto, mayor", explica el presidente de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales.

Sin embargo, la modalidad de ayudas que ofrece la Xunta, aunque más caras, tienen también su lado positivo. "Apuesta por servicios, como residencias o centros de día, en los que se genera empleo y, por lo tanto, hay un retorno económico y eso es bueno", explica Ramírez.

Galicia se gastó el pasado mes de noviembre 26,3 millones de euros en atender a 34.000 dependientes. Otros 28.300, con derechos reconocidos, están en lista de espera.