Mariano Barbacid, uno de los científicos más reconocidos y populares del país, no quiere aventurar qué efectos tendrá la crisis y los recortes en la investigación oncológica y asegura que el futuro pasa por terapias cada vez más individualizadas.

-¿La idea es buscar cada vez dianas más específicas para atacar a las células cancerígenas?

-Efectivamente. Hasta hace una década, la única opción que teníamos para tratar las enfermedades neoplásicas con fármacos era utilizando compuestos citotóxicos que atacan funciones básicas de la célula. La posibilidad de utilizar estos compuestos se basa en lo que se llama su ventana terapéutica, es decir, su capacidad de matar un poco más eficientemente las células tumorales que las normales. Pero lógicamente esta estrategia es bastante primitiva y como todos sabemos causa muchos efectos secundarios. No obstante, los citotóxicos siguen siendo el tipo de fármaco mas utilizado aún hoy en día. De hecho lo seguirán siendo hasta que los nuevos fármacos, es decir aquellos dirigidos contra las dianas moleculares directamente implicadas en el desarrollo de los distintos tumores, sean mejores y sobre todo mucho más numerosos.

-¿Cuáles son los problemas principales con los que se encuentran al pasar de experimentos que funcionan en lo 'micro' al paciente real?

-Fundamentalmente el mayor problema es la reproducibilidad de la enfermedad humana en el modelo preclínico. Si el modelo preclínico no reproduce fielmente lo que sucede en el paciente, los resultados obtenidos en el laboratorio puede que no sirvan para nada cuando se extrapolan a la clínica, es decir, al paciente. No obstante hay que tener en cuenta que los modelos preclínicos por muy sofisticados que sean nunca podrán ser idénticos a los seres humanos y por lo tanto siempre habrá un factor de riesgo al trasvasar los resultados al paciente. Desgraciadamente, la oncología es el área terapéutica donde hay mas fracaso en el desarrollo de fármacos, es decir, la ratio entre los fármacos que entran en ensayos clínicos y los que son finalmente aprobados por las agencias de medicamentos.

-¿Estamos aún lejos de encontrar el remedio contra el cáncer o nunca va a llegar esa panacea milagrosa?

-El cáncer son más de 150 enfermedades distintas, luego creo que no ha lugar pensar en la posibilidad, por muy remota que fuere, de que pueda haber un fármaco que cure todos los cánceres. Es más, tampoco es posible que haya un fármaco solo que cure un determinado tipo de cáncer, ya que cada tipo de tumor, excepto algunos tumores indolentes como la leucemia mielógena crónica, tienen muchas mutaciones que afectan a muchas funciones básicas de la célula y harán falta combinaciones de fármacos para poder curarlos. Mientras sigamos pensando que el cáncer es una sola enfermedad estaremos retrocediendo a la Edad Media cuando se pensaba que todas las enfermedades infecciosas eran lo mismo y se conocían con un nombre común, la peste. Hay más tipos de tumores distintos que enfermedades infecciosas.

-¿Es necesario insistir en las políticas de prevención en la lucha contra el cáncer o el nivel de concienciación social está ya suficientemente desarrollado en este sentido?

-Este es un tema que no conozco con detalle, pero creo que mientras haya personas que fumen será necesario seguir insistiendo en políticas de prevención.

-Su regreso a España fue todo un símbolo de un cambio de época en relación a la política de investigación en este país. ¿El balance de avances en este ámbito es positivo?

-Cuando regresé a España para poner en marcha el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), se implementó un modelo de gestión completamente nuevo. Desgraciadamente, este modelo sigue siendo único en el CNIO. A pesar del éxito de este centro que en menos de una década se ha convertido en el centro más productivo del país y uno de los cinco mas productivos del mundo, a día de hoy ningún gestor o político se ha interesado en preguntarme como lo hicimos para poder aplicarlo a alguna otra institución. Luego podemos concluir que el impacto del CNIO en la política científica del país ha sido cero.

-¿Existe investigación puntera en cáncer en España?

-Por supuesto que sí y no solo en el CNIO, pero desde luego no al nivel que sería deseable dado el potencial que, hasta hace poco, tenía o creíamos que tenía España.

-¿La actual crisis económica y los recortes van a ser tan desastrosos para la investigación científica como estamos barruntando?

-El tiempo dirá.