El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto que establece los mecanismos para evitar el turismo sanitario y el "uso fraudulento" por parte de los extranjeros de los servicios de salud, que permitirá un ahorro de cerca de mil millones de euros al año.

El Ministerio de Sanidad señala que el decreto impedirá que el sistema de salud sufrague la asistencia sanitaria de los europeos que ya la tienen cubierta por sus instituciones de seguridad social en sus países de origen o por sus seguros privados.

Respecto a los extranjeros que residan en España de forma irregular, según el departamento que dirige Ana Mato, se les prestará asistencia de urgencia, por enfermedad o accidente, atención en el parto, embarazo, postparto, así como a los menores de 18 años.