El primer hombre en pisar la luna, el estadounidense Neil Armstrong, murió ayer a los 82 años en Ohio (EEUU), días después de superar una operación de corazón.

El 20 de julio de 1969 Armstrong se convirtió en el primer hombre que pisó la superficie lunar, tras viajar al satélite a bordo del Apolo XI junto a los astronautas Edwin Aldrin y Michael Collins. Fue una gran día para la carrera espacial de Estados Unidos, pero también un momento histórico para la humanidad, como diría el astronauta en su primera frase al pisar la Luna.

Armstrong, que fue ingeniero aeronáutico, piloto y astronauta, había nacido el 5 de agosto de 1930 en Wapakoneta, Ohio. En 1949 ingresó en la Marina de los Estados Unidos, donde prestó sus servicios hasta el año 1952.

Al reanudar su vida civil se graduó en Ciencias e Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Purdue (Indiana) y, más tarde, amplió estudios en la Escuela de Graduación de la Universidad de Carolina del Sur.

Inició sus contactos con la NASA en el Centro de Investigaciones Lewis, donde trabajó como piloto de pruebas desde 1955, y en 1962 fue admitido como astronauta y sucesivamente ocupó los puestos de jefe de la Oficina de Operaciones y Entrenamiento de Astronautas; suplente de la tripulación del Géminis 5 y organizador de vuelos espaciales tripulados, para pasar luego al equipo de vuelos de alunizaje.

En este destino estuvo a punto de perecer el 7 de mayo de 1968, durante una prueba en la que el módulo lunar se incendió en el desierto de Texas. Después de la proeza del Apolo XI, en la que Armstrong y Aldrin permanecieron en la superficie lunar durante dos horas y quince minutos, Armstrong siguió ligado a la NASA, que abandonó en 1971, para regresar a su tierra natal e impartir clases como profesor de Ingeniería Aerospacial.

Armstrong fue además presidente del Comité Asesor de los Cuerpos de Paz (1971-1973), miembro de la Comisión Nacional del Espacio (1985-1986) y vicepresidente de la Comisión presidencial para la investigación del accidente del Challenger (1986).

Dentro de la empresa privada ocupó diversos puestos, como los de director de las empresas Cincinnati Gas and Electric Co., Cincinnati Milacron Inc, Eaton Corporation, RMI Titanium Company y Thiokol Corporation, entre otros.

Fue también presidente de la Ail Systemes Inc, especializada en computadoras para aviación y en enero de 1988 consiguió un nuevo logro: dio la vuelta al mundo a bordo de un Boing 77 en un tiempo récord de 37 horas, junto a otras 99 personas.

Retirado en su casa de Lebanon (Ohio), impartió en ocasiones conferencias sobre vuelos espaciales y sus apariciones públicas coincidieron con las celebraciones de los aniversarios de la llegada del hombre a la Luna.

Sobre el primer hombre que pisó la Luna se ha escrito el libro First man: The life of Neil A. Armstrong, del que se han adquirido los derechos para rodar una película.

A principios de agosto de 2012 fue operado del corazón. En su última comparecencia pública en noviembre de 2011, Armstrong recibió junto a sus compañeros de la misión a la luna en julio de 1969, Buzz Aldrin y Michael Collins, la medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos.

Al margen de su amplia biografía y sus grandes conocimientos científicos, Neil Amstrong siempre será recordado por la célebre frase que dijo al pisar la Luna: "Es un pequeño paso para un hombre, un salto gigante para la humanidad".

Frase que ha quedado grabada en la memoria de las generaciones que lo presenciaron en vivo en todo el mundo a través de la televisión, pero que ha seguido vigente con el paso de los años. No en vano sigue siendo la gran hazaña de Estados Unidos de la entonces llamada carrera espacial frente a la desaparecida Unión Soviética.