El sueño de convertirse en espía aficionado ya está al alcance de cualquiera. Micrófonos o cámaras ocultas en botones, bolígrafos o gafas, aplicaciones que permiten leer lo que teclea una persona en el ordenador o discretos localizadores que revelan la posición de una persona en cada momento ya no son cosa de las películas de ciencia ficción. Basta con adentrarse en internet para que descubrir decenas de páginas en las que hacerse con el kit de espía amateur.

En plena era tecnológica, donde mucha gente ya no entiende su día a día sin el smartphone o la Blackberry, las aplicaciones para vigilar lo que otras personas hacen a través del móvil son el producto estrella de muchas empresas. Una de ellas es un programa diseñado por la empresa española Teenscrio, pensado para que los padres puedan espiar a sus hijos menores de edad. Basta con contratar el servicio en la página web de esta empresa para poder vigilar cada movimiento del menor. El programa monotoriza la actividad del niño, de forma que los padres pueden saber donde está ubicado el pequeño en cada momento, si se desvía del trayecto marcado como habitual -por ejemplo de casa al colegio- o si está más tiempo de lo normal en una determinada zona.

La vigilancia funciona a través de alarmas, que configuran los padres. Si el pequeño se sale del itinerario marcado por los progenitores, éstos reciben una señal de alarma, al igual que si supera el límite de tiempo permitido en un lugar, por ejemplo. El sistema, que se desactiva automáticamente cuando el pequeño cumple la mayoría de edad, se basa en la geolocalización de las redes de telefonía móvil y funciona con cualquier operador.

Las nuevas tecnologías también permiten controlar la actividad que una persona realiza a través del móvil, es decir, a quien llama, qué mensajes a enviado y a quien. Varias webs ofrecen aplicaciones para cotillear el móvil de la pareja sin ser descubierto. Una de ellas es el Mobile Smartphone Spy Monitoring Software, que promete controlar de forma remota la actividad del móvil deseado. El mercado ofrece ya programas incluso para vigilar servicios telefónicos concretos como el whatsApp. Bajo el nombre de whatsApp sniffer, una aplicación promete poder ver los mensajes instantáneos que envía otro teléfono. Lo logra al infiltrarse en la Red y localizar los paquetes de datos que han sido enviado desde este programa de mensajes rápidos. Para evitar este tipo de acciones, los expertos recomiendan no utilizar el whatsApp desde redes públicas en la calle, hoteles o restaurantes.

Pero para quienes quieran presumir de verdadera tecnología de ciencia ficción, una de sus paradas es La casa del espía, una web en la que se pueden encontrar desde microcámaras camufladas en radiocasettes, relojes o botones de camisa hasta micrófonos, inhibidores de teléfono o incluso aparatos para saber al detalle lo que un usuario ha tecleado en su ordenador. Basta con colocar una interfase entre el CPU y el teclado -indetectable por el ordenador que funcionará con normalidad- para que en ella quede registrada toda la actividad del ordenador. Toda una serie de productos que ahora están al alcance de cualquier ciudadano.