Un jurado federal estadounidense ordenó ayer a la compañía de telefonía surcoreana Samsung el pago de 1.000 millones de dólares (800 millones de euros), al considerar que ha copiado la tecnología de Apple para algunos de sus modelos. El jurado de una corte federal en San José (California) decretó que Samsung violó "intencionadamente" varias patentes de Apple, incluida su tecnología y el diseño de zoom táctil de sus teléfonos inteligentes y la tableta iPad.

Apple denunció a Samsung el año pasado por considerar que había copiado deliberadamente los diseños de sus dispositivos móviles, utilizándolos en su siguiente generación de teléfonos y en su tableta Galaxy Tab. Según el Washington Post, ambas empresas controlan más de la mitad del creciente mercado de los teléfonos móviles inteligentes, además de encabezar el mercado de las tabletas. El jurado pronunció su veredicto al cabo de 22 horas de deliberaciones, repartidas en tres días. Para la prensa estadounidense, la decisión ha sido rápida teniendo en cuenta la complejidad del caso.

La compañía cofundada por Steve Jobs había pedido inicialmente una indemnización de 2.500 millones de dólares, además de la prohibición de venta en EEUU de los aparatos que violaran sus patentes. Además del zoom, Apple reclamó la originalidad de sus patentes por el diseño, la disposición de los iconos en la pantalla y otros gestos de interacción con la pantalla.

Samsung rechazó dichos cargos y contraatacó con otra denuncia del pasado año, en la que acusó a Apple de haberse apropiado sin autorización de su tecnología de telecomunicaciones 3G y algunas características de la cámara de fotos para teléfonos (una infracción de patentes y pagos derivados que valoró en más de 600 millones de dólares). El jurado rechazó todas las denuncias hechas por Samsung.

El veredicto pone fin a un juicio de cerca de dos meses entre dos de las mayores compañías tecnológicas del mundo, pero todo apunta a que la polémica entre ambas empresas (con varios pleitos en distintas cortes del mundo) no ha acabado todavía.

Los expertos apuntan que aunque el fallo no afectará a los últimos productos de las compañías, sí podría tener un impacto en la forma en la que se diseñan los teléfonos inteligentes y las tabletas, ya que, visto el resultado, otras compañías pueden evitar utilizar el software rival de Apple.

Samsung se ha convertido en el principal abanderado del sistema Android con unos dispositivos que poco a poco han ido recortando terreno en prestaciones a los creados por Apple con los que ya compite directamente con el novedoso teléfono Galaxy S III. Apple dio a conocer su primer iPhone en 2007 y el primer teléfono Android, el sistema operativo de Google para teléfonos móviles, no salió al mercado hasta un año más tarde.

El fallo en EEUU se produce un día después de que un tribunal de Seúl determinara que tanto Apple como Samsung habían infringido algunas de sus respectivas patentes en sus dispositivos móviles. La sentencia resultó en multas para ambas y la retirada del mercado de algunos productos con esas tecnologías en Corea del Sur.

Al cierre de la bolsa de Nueva York, Apple subió 0,59 puntos en el índice tecnológico Nasdaq un 0,09% hasta los 663,22 dólares, mientras que Samsung perdió un 0,93%, 12.000 wones.

Samsung, primer fabricante del mundo de teléfonos móviles, anunció ayer que planea recurrir la sanción. Si su recurso al veredicto de la corte estadounidense no prospera, llevará el caso a la Corte de Apelación, informaba a la agencia local Yonhap. Sobre dichas infracciones, Samsung detalló que "es una pena que la ley de patentes pueda ser manipulada para otorgar a una compañía el monopolio sobre los rectángulos o las esquinas redondeadas, o sobre la tecnología que es mejorada día a día por Samsung o por otras compañías".

Tras conocer el fallo del jurado, Samsung recalcó en un comunicado que el veredicto no debe verse "como un triunfo de Apple", sino como un problema para el consumidor de EEUU, que tendrá "un menor número de opciones, menos innovación y precios potencialmente más altos". Samsung advirtió de que el veredicto "no es la última palabra" en esta guerra de patentes (librada en cuatro continentes), señalando a su vez que "continuará innovando y ofreciendo opciones para el consumidor".

Por su parte, una portavoz de Apple indicó al Wall Street Journal que "la montaña de evidencias presentadas durante el juicio mostró que lo que Samsung copió fue mucho más allá de lo que incluso creíamos". La jueza encargada del caso, Lucy Koh, tiene la última palabra para ratificar la condena o aumentarla, algo que se espera en las próximas semanas.

Aunque la compañía creada por Steve Jobs había pedido la retirada de los artículos que violaran sus patentes, todavía se desconoce la postura del jurado en cuanto al veto de los productos de Samsung en EEUU.