Cada vez son menos las familias gallegas que optan por adoptar niños en el extranjero. Según la Xunta, en el último año se presentaron en Galicia 302 solicitudes de adopción internacional, un 40,7% menos que en 2007, antes del inicio de la crisis. Es la cifra más baja en diez años y coincide con las solicitudes registradas en 2002. A las dificultades económicas a las que se enfrentan las familias en época de recortes hay que sumar otros factores que también inciden en este descenso, como es el endurecimiento de las condiciones impuestas por los países de origen de los niños y niñas que se traduce en un mayor tiempo de espera para una resolución.

Desde las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (las ECAI) habilitadas por la Xunta para cooperar en la tramitación de expedientes de adopción internacional, creen que en la disminución progresiva de las demandas de adopción inciden varias circunstancias, con la crisis como telón de fondo.

Desde una de las entidades colaboradoras, aducen esta disminución a que la crisis ha hecho que las familias se lo piensen más antes de iniciar un proceso de adopción. "Las solicitudes del período anterior a la crisis no eran del todo reflexivas. Hoy en día se plantean dificultades que antes no existían", comentan fuentes de la organización colaboradora.

Otra de las organizaciones concluye que las perspectivas económicas están presentes de una forma más indirecta, ya que "algunas familias dejan de cumplir los requisitos económicos", por lo que, a pesar de seguir dispuestos a adoptar, ya no pueden por cuestiones que no dependen de ellos o de los costes económicos que estén dispuestos a afrontar.

Fuentes de la ECAI Adecop Galicia, una de las que han tramitado más adopciones en la comunidad, consideran que uno de los factores influyentes es el descenso de niños de 0 a 3 años en situación de ser adoptados, por mejoras en las condiciones de vida en el país de origen. Califican este hecho de una "suerte", pero los pequeños de esta franja de edad son el objetivo principal de las familias solicitantes, por lo que los procesos de adopción se alargan. Los tiempos de espera cada vez son mayores y algunos padres adoptivos que inician el trámite en un país concreto, no quieren aumentar sus opciones a otros países. Por ejemplo, según esta ECAI, "se han visto alargadas ciertas listas de espera, como las de adopciones de pequeñas de China".

El factor económico se hace presente a la hora de abordar el costoso proceso de adopción, que puede oscilar entre los 6.000 y los 20.000 euros. "Antes de la crisis, las familias estaban más capacitadas para lanzarse a iniciar una solicitud, pero ahora las condiciones son más duras y el país puede no aceptar la adopción", comentan fuentes de Adecop. Esto implica un riesgo mayor en tiempos de dificultades económicas. A pesar del menor número de solicitudes, aquellas aprobadas presentan "muy pocas cancelaciones y casi todas se deben a motivos no económicos, como separaciones u otros cambios en el entorno familiar", explica esta ECAI.

El número de solicitudes de adopción internacionales ha descendido, a partir de 2007, después de cinco años consecutivos de aumento. La cifra más alta fue la de 2006, con 618 familias gallegas que iniciaron los trámites para adoptar pequeños de otros países. Sin embargo, el registro de adopciones nacionales se mantiene en una media de 225 solicitudes por año en los últimos diez años.

Por provincias, A Coruña se sitúa a la cabeza en número de solicitudes de adopciones internacionales, seguida de Pontevedra. Les siguen Lugo y Ourense en ese orden, aunque muy por detrás de las dos primeras. Las solicitudes lucenses y ourensanas no llegan a la cuarta parte de las que se registran en las otras dos provincias.

En cuanto al origen de los niños y niñas que se incorporaron a las familias gallegas desde el año 2000, la mayoría son de Etiopía, con 751 expedientes tramitados.

Le siguen China con 703, Colombia con 426 y Vietnam con 216 adopciones en Galicia. Otros de los países de procedencia de los menores son Rusia, Filipinas, Rumanía, Bolivia, Bulgaria, Burundi, Panamá, Perú, Hungría y Costa de Marfil.