Los centros educativos gallegos seguirán recibiendo ordenadores este curso, los universitarios optarán a becas que el Gobierno suprime y habrá más centros plurilingües, 150 en total, así como formación docente gratuita de lenguas extranjeras para que los propios profesores se unan al claustro cosmopolita que el Gobierno gallego se puso como meta a corto plazo. A cambio de los bastiones en lenguas, tecnologías y ayudas al estudio, habrá menos profesores en los colegios gallegos (aunque de momento el Gobierno no se atreve a concretar la resta), menos aulas y algunas llamadas "agrupadas", con niños de distintas edades, más profesores que impartan asignaturas de las que no son especialistas y más carga lectiva (horas de clase pero también guardias y atención extraescolar) para los profesores en todas las etapas educativas.

Son la cara y la cruz de una crisis que no respeta ni los pilares educativos, si bien no todas las comunidades la están encarando por igual. Este curso se volverá a mermar el claustro de profesores en Galicia, un gremio con más horas lectivas, una caída de ingresos que roza el 20%, según los sindicatos, con todas las reducciones aplicadas, y que culminará en diciembre con la eliminación de la extra.

El Ministerio de Educación confirmó que el pasado curso Galicia perdió 1.137 profesores. Para este que ahora empieza se prevén 500 jubilaciones y no todas se van a cubrir, según adelantó el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, este verano. Hace dos días expresó, junto al presidente Núñez Feijóo, que hay 207 interinos más en Primaria para negar un recorte de entre 800 y 1.000 que avanzaron los sindicatos. A la espera de concretar cifras, que la Xunta facilitará en octubre, la reducción del claustro en Galicia no alcanzará la merma de 1.700 docentes prevista en Castilla-La Mancha, los 1.500 que Madrid dejará de contratar o los 4.500 que perderá Andalucía. Este año siete comunidades perderán 12.000 profesores: Canarias, Valencia y Aragón mil por cabeza, como mínimo.

El clima no es esperanzador, de hecho el año escolar se inicia, al igual que el pasado, con manifestaciones en contra de los ataques a la educación pública. Serán el día 12, con la vuelta al cole de Infantil y Primaria, y el 17, en la inauguración de Secundaria. También hay convocada para mañana una protesta de profesores interinos y sustitutos y concentraciones cada jueves.

El nivel de crispación social en Galicia, sin embargo, era mayor el año pasado por las mismas fechas. ¿Por qué? Porque la Xunta, en previsión de lo que se avecinaba en el panorama educativo y general de control del déficit, adelantó al menos un curso parte del tijeretazo. La reducción de profesores y aulas se inició el año pasado y el malestar se hizo visible con el aumento de la carga lectiva a los maestros: de 21 a 25 horas semanales. Hubo dos huelgas y tres manifestaciones con miles de docentes concentrados en Santiago que marcaron un inicio escolar de los más movidos de España. Ocurría hace un año.

La Consellería de Educación ampliará en 3.000 las plazas de comedor mientras otras comunidades debaten llevar el tupper con comida. También continuará con el programa Abalar, con 14.000 ordenadores más que entregará este curso, pese a que el Gobierno anuló los presupuestos del programa Escuela 2.0 y comunidades como Andalucía o Cataluña ya anunciaron que no seguirán.

El inglés sigue siendo intocable, con un total de 40 centros plurilingües más en el año 2012-2013 y 4.300 profesores formados en este idioma.