Galicia y Extremadura son las dos únicas comunidades que durante este año han incrementado cada mes el número de personas dependientes que ya reciben la ayuda a la que tienen derecho. Ninguna otra comunidad ha seguido esta evolución a lo largo de 2012. De hecho, el número total de beneficiarios, de solicitudes y de dictámenes emitidos ha bajado en el conjunto de España por primera vez desde que se comenzó a aplicar la ley en 2006. A día 1 de septiembre había 775.725 personas cobrando las ayudas, 4.801 menos que un mes antes, mientras que la comunidad gallega arrancó el año con 35.199 beneficiarios y ahora hay 37.249. La cruz de la moneda es que Galicia arrastra una gran bolsa de dependientes valorados que aún no cobran ayudas. Los 25.000 reconocidos en esta situación representan el 40% del total de personas con derecho a la prestación, un porcentaje dieciséis puntos por encima de la media nacional y solo por debajo de Canarias, que llega al 46% del total.

El comportamiento de Galicia, junto con el de Extremadura, fue puesto ayer en valor por la Asociación Estatal de Gerentes y Directores de Servicios Sociales, que destacó el "esfuerzo" de la comunidad gallega por aumentar el número de dependientes que están cobrando la ayuda, aunque con la crítica a la elevada lista de espera. "Es la segunda comunidad con el limbo de dependientes más acusado. Hay 25.000 personas que tienen reconocida la prestación pero aún no la cobran", reprocha el presidente de la asociación estatal, José Manuel Ramírez.

La razón del descenso generalizado de todos los indicadores del Sistema de Atención a la Dependencia se debe, según asegura la asociación, a los recortes aprobados por el Gobierno central, cuyas consecuencias se hacen ahora "visibles". "Es obvio que el sistema se destruye por inanición", advierten los gerentes de servicios sociales. De este modo, citan el caso de Castilla y León, que a su juicio ha sido "modélica" en el desarrollo de la ley de dependencia, ya que ha perdido 853 beneficiarios en el mes de septiembre; y Aragón retrocede a datos que presentaba en mayo de 2010. No se conceden nuevas prestaciones y el número de ayudas desciende a medida que van falleciendo los dependientes.

La Asociación de Gerentes sostiene que la situación actual en España sería similar a la que se daría si en un hospital se tomara la decisión de atender a los que están ingresados pero conforme vaya habiendo altas o defunciones, la cama ocupada que quedara libre se cerrara y no se atendiera a alguien que está en urgencias o en su casa esperando una intervención susceptible de ser ingresado.

El "único" dato positivo es que la lista de espera ha bajado en 3.252 personas en toda España, pero según esta asociación se trata de un "espejismo estadístico", ya que probablemente se debe a que fallecieron en ese mes sin haber sido atendidos por el Sistema de la Dependencia y denuncia que "ni siquiera" se ha destinado el ahorro que eso supone para dar una prestación o servicio a una de las 239.097 personas a las que se les ha reconocido el derecho pero que todavía no se les ha pagado nada.