El Gobierno central fijará el 65% del currículo escolar en las comunidades con lengua cooficial y el 75% en el resto, habrá reválidas en Primaria, pruebas externas y nacionales para titularse de ESO y Bachillerato, se suprimirá la selectividad, se garantiza por ley que los colegios que separan por sexos podrán recibir financiación pública y se adelanta la decisión de qué itinerario seguir -hacia FP o Bachillerato-de los 16 a los 15 años. Estos son las principales novedades de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, cuyo anteproyecto aprobó ayer el Consejo de Ministros. El objetivo de la que será la séptima ley educativa de la democracia es "reducir la tasa de abandono escolar, que dobla la media europea". "Es una ley eminentemente práctica, sensata, gradual y en modo alguno ideológica", señaló ayer el ministro de Educación, José Ignacio Wert, quien aseguró que la UE está sorprendida de las diferencias de resultados por autonomías. Sindicatos gallegos sostienen que la reforma no mejorará el rendimiento escolar - "solo maquillará las cifras"- y acusan al Gobierno de intentar "privatizar" la educación pública.

. Contenidos. El Gobierno central será el encargado de fijar el 65% de los contenidos educativos en las autonomías con lengua cooficial el 75% en resto -hasta ahora el porcentaje era del 55 y 65%, respectivamente- con el objetivo de establecer las competencias mínimas que deben adquirir los alumnos. Una medida que no ven con buenos ojos los sindicatos gallegos. "Usurpa competencias de los gobiernos autonómicos", señalan en CIG-Ensino. "Es algo negociable, pero en realidad tenemos que el único objetivo sea controlar que las comunidades no den determinados temas que consideran polémicos como ocurre con Andalucía que no modificará el temario de Ciudadanía como establece Educación", indica José Fuentes, de CCOO.

. Reválidas. Los alumnos de 3 y 6º de Primaria se someterán a una evaluación -similar en todo el país- para la detección precoz de dificultades lingüísticas o matemáticas que podría suponer la repetición del curso si no se aprueba. Además, para obtener el título de ESO será preciso superar otro examen externo. Las notas de la etapa valdrán un 70% y la prueba un 30%. Los sindicatos rechazan el regreso de las reválidas. "Es una vuelta al pasado, a una perspectiva decimonónica de la educación. Es una aberración que un niño de Primaria, por ejemplo, aprobado por sus profesores pueda repetir al salirle mal el examen. Puede tener un mal día y el profesor es el que el que ha visto su evolución", indica José Fuentes, quien reconoce que CCOO está a favor de este tipo de pruebas pero sin efectos académicos. "Su objetivo no es otro que hacer un ranking de colegios y no puede haber centros de primera y de segunda porque hay sitios, como el rural, donde los alumnos no pueden elegir", indica. "Es una desconsideración absoluta hacia el profesorado ya que su trabajo queda en tela de juicio en la medida en que desaparece la evaluación continua", añade Anxo Louzao, de la CIG.

. Desaparece la selectividad. El Bachillerato se reduce a cinco vías (Ciencia e Ingeniería, Ciencias de la Salud, Humanidades, Artes y Ciencias Sociales) y para titularse habrá que superar una evaluación final que sustituye a selectividad. Este examen supondrá el 40% de la nota final mientras que la calificación media de la etapa educativa valdrá el 60%. Las universidades podrán fijar requisitos adicionales a la nota (como pruebas) para acceder a ellas. "La selectividad es un modelo equitativo, la nueva prueba será algo más discriminatorio", indican en CCOO, donde recuerdan que los alumnos se verán obligados "a hacer varias pruebas en distintas facultades".

. Nuevos itinerarios. Los alumnos deberán decidir a los 15 años -en el equivalente al actual 4º de ESO- si encaminan su formación hacia FP o Bachillerato y ese curso se convertirá en una "iniciación" hacia esa formación. Hasta ahora la decisión se tomaba a los 16 años. Los ciclos de FP básica -a los que se accede a los 15 años- sustituyen a los actuales Programas de Cualificación Profesional Inicial. "Estos cursos no te dan un título de técnico. Es una forma de maquillar los datos de fracaso escolar porque se permite que los alumnos se desvíen antes de finalizar la educación obligatoria y en las estadísticas salen como que siguen estudiando cuando, en realidad, no van a obtener el título en ESO", indica José Fuentes.

. Educación para la ciudadanía. La polémica asignatura desaparece de Primaria y se sustituye por Educación Cívica y Constitucional -en la que se excluyen temas como la homofobia- en un curso de ESO. Además, la ley refuerza las asignaturas instrumentales (lengua, matemáticas, ciencias e idiomas), frente a las optativas.

. Segregación por sexos. La nueva ley modifica un artículo para mantener las ayudas públicas a los colegios que separan alumnos por centros, pese a las sentencias en contra del Tribunal Supremo.

. Menos poder de decisión de los padres. Los consejos escolares -en donde hay representación de padres de alumnos- se convierten en organismos meramente consultivos. La toma de decisiones se centraliza en la dirección de los colegios.