Mejorar la calidad de vida de los mayores que viven solos y retrasar al máximo su entrada en una residencia. Estos son los objetivos que persiguen tres grupos de expertos gallegos -uno en cada universidad- que trabajan en la nueva generación de teleasistencia, sistemas de comunicación bidireccionales, más fáciles de utilizar y que permiten controlar cuestiones sanitarias del anciano -como la tensión o el pulso- a distancia, detectar cualquier emergencia en el hogar o simplemente facilitan el ocio de los mayores a través de las nuevas tecnologías. Representantes de la Universidade da Coruña, Santiago y Vigo presentaron ayer sus iniciativas en el I Congreso Internacional sobre Envellecemento Activo, organizado por la Consellería de Benestar en A Coruña.

. Telegerontología. Desde hace diez años un grupo de 26 investigadores de la Universidade da Coruña trabaja en el proyecto bautizado como Telegerontología que ya se utiliza en 22 domicilios y varios centros de mayores de toda Galicia. "El objetivo es que estas personas puedan mantener su independencia", indica el director de este proyecto, el catedrático José Carlos Millán Calenti. Para ello, el sistema se basa en una pantalla táctil en la que a través de sencillos iconos, la persona mayor puede acceder a diferentes servicios. "Por una parte se mantiene el sistema de telealarma, puede conectar por videoconferencia las 24 horas de los 365 días del año con una operadora ante cualquier problema; además el programa permite hace un control de ciertos parámetros biomédicos como la tensión, el pulso o el nivel de saturación de oxígeno", indica Millán. Pero la Telegerontología va mucho más allá. Los mayores pueden acceder a vídeos con consejos sobre actividades físicas y mentales así como realizar consultas por videoconferencia a expertos sanitarios o ejercitar la memoria a través de diferentes actividades propuestas por la plataforma.

Pensado inicialmente para domicilios, el sistema de telegerontología ya se utiliza también en centros de mayores. "Hemos visto que es útil no solo para la persona de la tercera edad sino también para sus cuidadores ya que el programa hace un seguimiento de cuestiones médicas y una evaluación cognitiva", indica Millán. El coste de implantación es de unos 75 euros al mes. "Solo con retrasar 30 días la entrada en una residencia ya habremos ahorrado", sostiene este investigador coruñés. El equipo de Gerontología de la UDC ya trabaja en dotar a este dispositivo de nuevas aplicaciones como módulos de alimentación, oftalmología o elementos domóticos para regular el funcionamiento de ciertas partes de la vivienda.

. MiAvizor. Desde la facultad de Psicología de la Universidade de Santiago también han patentado un nuevo sistema -MiAvizor- para mejorar la seguridad y calidad de vida del mayor que vive solo. La gran diferencia con otros mecanismos similares es que, ante cualquier alteración en la vida habitual de esa persona, el propio sistema detecta que existe un problema aunque el usuario no dé la voz de alarma. MiAvizor está compuesto por una serie de sensores -ubicados en diferentes puntos de la vivienda- que analizan los hábitos del residente y trasmiten la información a un centro de control. Gracias a este sistema -cuya instalación no precisa de obra ya que los sensores son inalámbricos- se puede saber si una persona no ha regresado a casa, si hace tiempo que está inmóvil, si no ha abierto en varios días la nevera o si tiene trastornos del sueño. Ante cualquier anomalía el sistema da la alerta al centro de control. "La finalidad es que el mayor que vive solo no se sienta solo a través de un sistema que parte de la teleasistencia tradicional (del collar con botón de alarma) a la teleprevención sociocomunitaria", indica el catedrático de Psicología de la USC Jesús Varela Mallou. De momento ya hay instalados 500 dispositivos de este tipo por diferentes domicilios gallegos.

. Sam-TV. Desde el departamento de Ingeniería Telemática de la Universidade de Vigo también han aportado su granito de arena para ir más allá del sistema de teleasistencia clásico. Tras un riguroso examen de 28 dispositivos dirigidos al cuidado y control de mayores, los investigadores vigueses detectaron que se necesitaba un sistema "abierto que permitiese incluir nuevos servicios o aplicaciones con el tiempo", indica el catedrático de Telecomunicación Luis Anido. De este estudio nació SAM-TV al que Anido define como "un perchero que, en función de las necesidades de cada persona, se llena de unas prendas o de otras". Basta con conectar un aparato a la televisión -cuyo coste oscila entre 120 y 150 euros- para acceder a diferentes servicios, muchos pensados para el ocio: redes sociales adaptadas a los mayores para que les sea más fácil su uso, acceso a internet, televisión a la carta, juegos de todo tipo y para mantener la memoria o la previsión del tiempo. "Además a través de la televisión podrán comunicarse con sus cuidadores o familiares, habrá una agenda que les recordará que se tienen que tomar la medicación o fechas importantes como un cumpleaños, podrán medirse la tensión...", indica Anido, quien recuerda que se activa a través del mando de la tele o con el movimiento (sistema kinect).

La primera jornada del Congreso sobre Envellecemento Activo Preparando o noso futuro, organizado por la Consellería de Benestar, finalizó con la entrega de los premios Voluntariado Maiores 2012. En esta ocasión los galardonados fueron la ONG Acción Solidaria de Galicia (Asdegal), la Residencia Mixta de Mayores de Ferrol y a Secot (entidad de voluntariado sénior). Además hubo una mención especial para la labor que desarrollan los Bancos de Alimentos de la comunidad gallega. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la conselleira de Benestar, Beatriz Mato, acudieron al acto de entrega en A Coruña.