El Govern, los partidos catalanes -menos PPC y Ciutadans-, y el Consejo Escolar de Cataluña (CEC) pidieron ayer una "enmienda profunda" al proyecto de reforma educativa promovido por el ministro José Ignacio Wert y advirtieron de que, en caso contrario, actuarán de forma "unilateral", dando preeminencia a la Ley de Educación de Cataluña sobre la estatal, lo que representa todo un acto de insumición. La normativa autonómica acumula varias sentencias contrarias del Tribunal Constitucional y el Supremo en algunos de sus apartados referidos al derecho de utilizar el castellano como lengua vehicular. Es precisamente en esas sentencias en las que se escuda el Ministerio de Educación para regular el uso del castellano.

El secretario general de CDC, Oriol Pujol, insistió en que el modelo de inmersión lingüística vigente en Cataluña está avalado por "30 años de éxitos". Además, recordó que su modelo es "inclusivo" al no segregar la comunidad educativa a y a los niños por su idioma. Las formaciones catalanistas convinieron además en la necesidad de presentar enmiendas conjuntas a la ley cuando se tramite en el Congreso y se mostraron partidarias de acudir al Constitucional si la norma se aprueba en los términos que contempla el borrador del anteproyecto. Desde la Generalitat reiteraron que presentarán una enmienda profunda a la Lomce y que la consejera de Educación, Irene Rigau, acudirá el próximo viernes a la reunión con el ministro Wert para defender las competencias de la Generalitat y rechazar "el ataque directo" a la inmersión lingüística.

La reunión estuvo presidida por el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, y participaron, entre otros, los consellers Irene Rigau (Educación) y Ferran Mascarell (Cultura), así como los líderes de ERC (Oriol Junqueras), PSC (Pere Navarro), ICV (Joan Herrera), los nuevos diputados de la Candidatura d'Unitat Popular y los representantes de la Permanente del Consejo Escolar de Cataluña.

Horas antes, Wert se había ofrecido a negociar la reforma educativa y una nueva fórmula sobre la enseñanza del catalán después de contestar en el Congreso a una batería de preguntas sobre este asunto en las que la oposición le comparó con la escuela franquista y la política talibán.

El ministro aseguró que el Gobierno no tiene "la menor intención" de atacar la escuela en catalán y aseguró que, aunque la tuviera, "no sería posible".