La historia del obispo argentino Jorge Lozano escarba sus raíces en Galicia. De hecho, hace doce años y en medio de un viaje a Roma, realizó un alto en el camino para perderse por las estrechas callejuelas de Combarro (Pontevedra) "el pueblo donde nació todo", explicó entonces respecto a sus antepasados. Y volvió a detenerse ante lo que queda de la casa de su abuelo, José Andrés Serén del Río, para mantener viva la memoria de sus antepasados.

Monseñor Jorge Lozano se convirtió en el obispo más joven de Argentina, hijo de una gallega y de un navarro cuando fue consagrado obispo en Buenos Aires con solo 45 años. Corría el año 2000. En aquella visita a Galicia, Jorge Lozano rememoró la vida de su abuelo.

Con 14 años, José Andrés Serén del Río, nacido en Combarro el 29 de septiembre de 1893, decidió seguir la suerte de muchos vecinos del pueblo y cruzar el océano. Su primer destino fue Cuba, pero muy pronto se embarcó rumbo a Panamá donde trabajó en las obras de construcción del canal. Luego probó suerte en Estados Unidos, en Paraguay y Argentina. En Buenos Aires, José Andrés Serén del Río reclama a su familia de Combarro. Poco después, se casa con Florentina Rodríguez, emigrante de Rianxo. Y el nieto de aquel emigrante luchador trató de labrar su futuro en Argentina. Cursó secundaria en la Escuela Técnica. Vivía en La Boca, comenzó a trabajar en una fábrica de alpargatas y por las tardes, a estudiar en la Universidad. Con 20 años su vida cambió. Sintió la vocación del sacerdocio y se apuntó al Seminario. Desde obispo de Buenos Aires, desempeñó diferentes cargos episcopales, como ahora en Gualeguaychú.