Se sienten unos privilegiados porque han podido vivir desde muy cerca el pontificado y la renuncia de Benedicto XVI. Los sacerdotes gallegos Óscar Valado y José Alberto Montes comparten residencia en el Pontificio Colegio Español en Roma, ciudad en la que ambos están ampliando sus estudios de teología.

Desde el anuncio de la renuncia del Papa han sentido en primera persona la gran expectación que provoca el acontecimiento y ambos se han volcado para "estar cerca" del Pontífice. A las ocho de la mañana acudió José Alberto Montes el miércoles a la Plaza del Vaticano para participar en la última audiencia del Papa. "Aún así, nos encontramos ya con muchísima gente; jóvenes, familias y también muchos españoles, a pesar de que era un día lectivo", destaca el sacerdote, que también fue partícipe el domingo del último Ángelus. "La cantidad de gente y la expectación que se ha creado en todo el mundo dejan claro que la Iglesia está viva y que el Papa importa mucho a la gente", destaca.

Hijo de padres gallegos emigrantes en México, país en el que residió hasta los 22 años, Montes regresó entonces a sus raíces para ingresar en el Seminario Mayor de Vigo. Desde hace dos años, este sacerdote de 34 años estudia Teología Dogmática en la Universidad Gregoriana de Roma. "Ya que tenemos la gracia de vivir en Roma, era obligatorio estar cerca del Papa. El miércoles las universidades pontificias pararon las clases para que pudiéramos asistir al acto, aunque habríamos ido de todos modos", confiesa Montes.

"El ambiente que se vive en toda Roma es de gratitud con el Papa, no de tristeza", añade Montes, que ayer hizo "una pequeña trampa" a sus estudios para permanecer pegado a la televisión y a internet para seguir la despedida.

También el sacerdote gallego Óscar Valado siente la alegría de "estar viviendo un acontecimiento histórico incomparable". "Al no tener una referencia anterior hay una sensación extraña: ¿es cierto lo que está sucediendo? Se ve que sí, y desde las 20.00 horas (de ayer) estamos en sede vacante", comenta.

Valado reside en Roma desde el verano de 2011 y continuará allí hasta finales de año, cuando finalice su doctorado en Teología Fundamental, que compagina con estudios de música sacra y liturgia. Coincide con Montes en la sensación de alegría: "Me siento alegre por haber conocido personalmente a Benedicto XVI e ilusionado por la nueva etapa que nos toca vivir en la Iglesia", indica. Valado vivió un emocionante momento con Benedicto XVI en la misa que él mismo presidió el 11 de noviembre de 2010 en la Plaza del Obradoiro.