El Gobierno gallego remitirá al Parlamento de inmediato el anteproyecto de la futura Lei de Inclusión Social que, entre otras novedades, incluye la modificación de la Renta de Integración Social de Galicia (Risga) que, "por primera vez", será compatible con los ingresos obtenidos de trabajos esporádicos o de baja remuneración. De este modo lo anunció ayer el presidente Alberto Núñez Feijóo tras el Consello de la Xunta, en el que se analizó un texto legislativo ya abordado en la pasada legislatura y con el que su Ejecutivo confía en evitar la exclusión "crónica", al facilitar al perceptor que pueda mantener la prestación con un trabajo y combatir la economía sumergida.

Feijóo destacó, además, que "se refuerzan las sinergias" entre los servicios sociales y las oficinas de empleo, que tendrán "un papel decisivo" y deberán preocuparse porque los beneficiarios de esta ayuda puedan acceder a un puesto de trabajo. Del mismo modo, hizo hincapié en que aquellos que cumplan un itinerario de inserción tendrán garantizada "una cuantía a mayores" en sus ingresos de la Risga.

Conforme a los principios de la nueva ley, que actualiza una norma de 1991 y que iniciará ahora su trámite parlamentario, las oficinas de empleo y el personal de orientación e intermediación tendrán un papel más relevante a la hora de atender a los usuarios. Sus profesionales harán una diagnosis de empleabilidad, acción que tendrá continuidad con el seguimiento a través de acciones de orientación.

La ley, incidió Núñez Feijóo, contempla a los usuarios no como "meros perceptores" de un subsidio, sino como sujetos capaces de superar estas situaciones, a los que hay que "motivar, incentivar y apoyar" para que lo hagan. En cuanto a la nueva Risga, quedará dividida en tres tramos para adaptarse a cada caso: el personal y familiar; el de inserción; y el de transición al empleo. Además, por primera vez se incluye "de forma explícita" el compromiso de una intervención concreta con menores.