Muchos productos domésticos llevan el símbolo de tóxico y, al lado, un número de teléfono al que los gallegos llamaron durante 2011 en más de 3.500 ocasiones, la mayor parte de las veces, en 88 de cada cien casos, para pedir ayuda ante un caso de exposición a una sustancia ponzoñosa. Ese número es el del Instituto Nacional de Toxicología, cuya última estadística confirma que la creencia de los padres en que casi todos los productos domésticos pueden suponer un peligro para los niños no es tanto una visión paranoica de la realidad como precavida.

Al menos el último informe de esta institución, que atiende casos en todo el país y ofrece también asesoramiento a profesionales médicos, demuestra que los menores de edad son las principales víctimas de las intoxicaciones. De hecho, en Galicia, los niños de hasta 14 años representan casi la mitad de los envenenamientos registrados a lo largo de todo el año y, dentro de ese grupo, los menores de 24 meses protagonizan la mitad de los casos. El porcentaje de niños afectados por exposiciones tóxicas en la comunidad es ligeramente superior a la media estatal -un 48,7% frente a un 44,3%-.

Con todo, los productos de limpieza, los sospechosos que aparecen primero en el punto de mira, no son los principales responsables de los disgustos domésticos. Aunque sí están detrás del 18% de los casos que registra el instituto dependiente del Ministerio de Justicia, la delantera la toman los fármacos. Irónicamente, los medicamentos, pensados para curar, son, al mismo tiempo, las sustancias potencialmente más peligrosas para el bienestar físico, ya que están implicados en más de la mitad de los supuestos envenenamientos notificados al Instituto de Toxicología, el 51,7%. En este punto Galicia no es una excepción, porque en el conjunto del Estado es también el grupo de fármacos el culpable número uno de las consultas.