A nivel estatal, el sector del juego tradicional logra frenar en parte la caída experimentada desde el inicio de la crisis, que roza los 7.000 millones en cuanto a cantidades apostadas (32.209 millones en 2008 y apenas 25.988 el año pasado). Entre 2011 y 2012, se apostaron 287 millones de euros menos, lo que representa poco más del 1% de disminución.

Los ingresos netos (las cantidades jugadas descontando los premios) también caen y se sitúan en magnitudes similares a las de 2004. El año pasado, el sector alcanzó los 8.674 millones, por 9.084 del año anterior y lejísimos de los 10.158 de tope que alcanzó en 2008, momento a partir del cual comenzó un desplome a medida que avanzaba la crisis.

A pesar del repunte del sector del juego asociado al auge de las tragaperras que muestran los últimos datos del Ministerio de Hacienda, la recaudación fiscal de la Xunta ha caído un 24% desde el inicio de la crisis. En 2008 lograba ingresar por las tasas fiscales al juego 70 millones, pero el año pasado alcanzó apenas los 53.