Dice el refranero que cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Más allá de que se trate de una frase hecha, cierto es que las épocas de vacas flacas siempre han repercutido directamente en las relaciones sexuales. "Estar en una situación de desempleo afecta a la autoestima, quizás más al hombre por temas culturales", reconoce la psicóloga clínica gallega Encarnación Sueiro, quien destaca que la pérdida de empleo y los problemas económicos que genera se traducen en "insomnio y ansiedad por no llegar a fin de mes", una situación que, destaca, "puede acabar por minar la confianza y crear estrés", algo que, irremediablemente, "afectará también al deseo sexual".

El urólogo y presidente de la Sociedad Gallega de Sexología Manuel Varela se manifiesta en términos similares: "Lógicamente, la crisis económica está originando mucha ansiedad porque hay mucha gente sin trabajo, o porque tiene mermado su salario y tiene problemas. La ansiedad es la peor enemiga de una buena calidad de vida". Y dentro de esa calidad de vida, el especialista gallego sitúa la vida sexual "que se altera -detalla- porque la ansiedad hace que perdamos el deseo".

Varela coincide también con Sueiro en que la disminución del apetito sexual se percibe más en los hombres que en las mujeres. "Si hace tiempo el deseo sexual hipoactivo en el hombre apenas estaba referenciado, la amenaza de perder el empleo o encontrarse en el paro ha propiciado un incremento de consultas médicas sobre problemas de disfunción eréctil", apunta el presidente de la Sociedad Gallega de Sexología, quien subraya que el último estudio de la Asociación Española de Andrología y Medicina Sexual y Reproductiva refleja que casi uno de cada cinco varones gallegos de entre 25 y 70 años podría sufrir disfunción eréctil, aunque apenas el 3% de los casos están diagnosticados. "Una mente saturada de preocupaciones y estrés dificulta la relajación y desemboca en una mala respuesta sexual", continúa Varela.

Encarnación Sueiro considera, por su parte, que "vivir conlleva tener problemas, y la crisis es una más". "La diferencia a la hora de mantener viva la pareja y el deseo viene marcada por las habilidades que tiene cada uno para resolver los conflictos", subraya esta psicóloga clínica gallega, quien reconoce, no obstante, que también influye "el punto en el que se encuentre" cada relación.

"Las más vulnerables son las uniones que tienen ya un cierto grado de madurez y con más cargas económicas", apunta Manuel Varela, aunque aclara que al igual que la crisis económica afecta "independientemente de la edad", con la inapetencia sexual "ocurre un poco lo mismo", señala el especialista gallego.

Otro aspecto en el que inciden tanto Manuel Varela como Encarnación Sueiro es en que a las repercusiones que las preocupaciones tienen en el deseo sexual, hay que sumarle "la caducidad de la pasión", que, según indican, suele situarse, de media, en los dos años.

La psicóloga clínica gallega Encarnación Sueiro cita a su colega estadounidense Robert Sternberg para recordar los tres componentes del amor: "compromiso, intimidad y pasión". "Y crisis económica puede afectar, negativamente, a estos dos últimos", subraya Sueiro, quien también destaca que el desempleo "obliga a alterar horarios y a cambiar roles, y esto también influye". "Un empleo ayuda a organizar el tiempo, a poner en práctica lo de irse juntos a la cama y, se mantengan o no relaciones sexuales, genera un contacto. En buena medida, gracias al trabajo uno sabe a qué hora cena o se acuesta. Pero si al día siguiente no hay que madrugar o uno se puede ir a dormir a la hora que sea... la cosa cambia", señala.

Esta especialista gallega asegura, no obstante, que "si se instauran unos hábitos, se regulan horarios y se busca el prisma más positivo" el desempleo también puede generar el efecto contrario. "Puede suponer más tiempo para compartir, algo que puede traer consigo felicidad, pero también más conflictos y roces", advierte. "El éxito estará condicionado, en buena medida, por la capacidad de reconvertirse y de mantener una comunicación fluida". Sueiro recomienda, en cualquier caso, "acudir a la consulta de un especialista" siempre que se sospeche que hay un problema.

Pero, ¿sigue siendo un tabú recurrir a un médico ante la falta de deseo o respuesta sexual? El urólogo y presidente de la Sociedad Gallega de Sexología Manuel Varela asegura que, en la última década, se ha producido "una importante evolución", aunque todo "continúa dependiendo de la educación", de ahí que hay "considerables diferencias" entre las parejas de mayor edad y las jóvenes.