Bebés recién nacidos escuchan música con auriculares en un hospital de una ciudad eslovaca, dentro de un programa experimental que apuesta por la música clásica como remedio para calmar y facilitar el sueño a los bebés. Al parecer, Mozart y Vivaldi son los compositores preferidos por los niños.

"En las primeras edades, el cerebro se está organizando por eso es importante tener un buen sueño", explica el neurofisiólogo clínico Emilio Rodríguez Sáez. Y pone un ejemplo: "Cuando los niños tienen vegetaciones y eso les produce alteraciones de sueño y apnea no liberan bien la hormona de crecimiento por la noche y por tanto, crecen unos centímetros menos. Suelen tener también, bajo rendimiento", explica el experto.

Por eso, considera que "lo novedoso del estudio es que constata que aún cuatro años más tarde, quedan secuelas" de dormir mal. Y otro de los datos curiosos es que las niñas lo sufren más.

El neurofisiólogo aconseja por tanto "ser muy riguroso y mantener unos horarios de sueño regulares" con los más pequeños. Ya que las horas de dormir imprecisas y cambiantes podrían alterar los ritmos naturales del cuerpo y causar falta de sueño, por lo que socavan la plasticidad del cerebro y la capacidad de adquirir y retener información.