Tres experiencias de tres niños saharauis en tres comunidades distintas: Galicia, Andalucía y Cataluña. El proyecto documental Daia Sáhara acabó de rodar ayer una de las patas de su historia: la de Narusi, un niño acogido por una familia de Ribeira (A Coruña) que vive en esta edición sus cuartas y previsiblemente últimas Vacaciones en Paz -como se denomina al programa de acogida de niños saharauis durante el verano-. Antes estuvieron en Granada, donde conocieron a Tekebera, una niña de 11 años que también es repetidora, y en Barcelona, donde Selum vive su primera experiencia junto a una familia también "novata".

El equipo, liderado por los jóvenes andaluces Jorge Guardado y Pilar Casado, recaló ayer en Vigo en su último día en Galicia para rodar la recepción hecha por el Concello a los 35 niños cuyo billete financia. "Queríamos de este modo reflejar que es uno de los ayuntamientos que más colaboran de España", comentan.

Durante su estancia han conocido a fondo la lonja de Ribeira, donde Narusi "se mueve ya como pez en el agua". "Es el rey del mercado, lo quiere todo el mundo por su gran desparpajo", relatan. Precisamente, las características de este niño y su familia fueron las que hicieron a Solidariedade Galega co Pobo Saharaui presentárselo como candidato.

Los jóvenes cineastas tendrán la oportunidad de conocer al entorno biológico de los tres niños de sus historias. Así, la segunda parte del documental se rodará en los campamentos de refugiados en septiembre, a donde viajarán de regreso con los niños destinados en Andalucía. El objetivo final es exhibirlo en diferentes eventos, el primordial sería el Fisahara de los campamentos -para todo ello buscan financiación, ya que ninguna empresa ni administración los ha apoyado-.

"Queremos eliminar todos los prejuicios sobre el programa Vacaciones en Paz, que la gente vea lo felices que son los niños aquí y también al regresar a sus casas. Al mismo tiempo, es una forma de luchar contra el olvido", resumen.