La Universidad de Maastricht ha abierto una puerta a la creación de carne en laboratorio a partir de células madre. Detrás de esa puerta, múltiples incógnitas. La alimentación con sustancias químicas hace preguntarse a investigadores como el gallego Manuel Collado los posibles trastornos de esa carne una vez digerida por el humano.

"En estos momentos, hay una obsesión por controlar todo lo relacionado con la comida, que sea natural, sin riesgos para la salud. El utilizar factores de crecimiento de las células madre para conseguir carne en laboratorio obliga a que el producto pase por estrictos controles para no provocar problemas lo que veo difícil y carísimo", apunta Collado -del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS)- en relación a la inversión en tests que acrediten la inocuidad de la hamburguesa in vitro.

Collado también respondió ante otro supuesto relacionado con el cáncer. ¿Y si, una vez ingerida la hamburguesa, las células madre prosiguen multiplicándose en el organismo? "Puede no ocurrir nada y que todo esté controlado. Puede que quede alguna célula madre... No sabemos qué puede pasar", responde.

Este investigador también se pregunta hasta qué punto vamos por el camino adecuado. "Plantean que con este tipo de carne no se usarán animales para la alimentación humana, que podría alimentarse a la población del tercer mundo, que sería más ecológico que la ganadería extensiva... pero los riesgos son demasiado elevados. No sé hasta qué punto hay un interés real por el desarrollo o marketing, presentándose como innovadores", señala.

Por su parte, la pediatra gallega Rosaura Leis considera que "la investigación es importante pero tienen que dar un paso más allá y demostrar que se puede introducir en la dieta y sin repercusiones". En la presentación apenas se habló de su composición nutricional.