Un aparato llamado acelerómetro colocado en la cadera de un paciente con artritis reumatoide mide de forma objetiva el tiempo y la intensidad del movimiento que realiza y lo vincula a la evolución de su enfermedad. Se trata de una nueva técnica que prueban reumatólogos del Hospital Universitario de Canarias, entre ellos, el doctor Federico Díaz, quien explica que, según el estudio que ha concluido recientemente, todo apunta a que la inflamación de las articulaciones limita la capacidad de movimiento, incluso cuando la enfermedad no afecta a las caderas, rodillas, tobillos o pies. La importancia de esta investigación reside en que relaciona la intensidad de la inflamación de la artritis reumatoide, una enfermedad que afecta a 200.000 personas en España, con la capacidad de movimiento de los pacientes.