"Sintió una fuerza centrípeta muy grande que le impulsaba hacia la luz, pero cuando se acercaba, volvió". Con este testimonio sorprendió un paciente al neurocirujano gallego José Manuel Otero Vich. No fue el único. Hasta tres personas le contaron a lo largo de su trayectoria profesional hechos similares: "Con ligeras variantes los tres pacientes experimentaron el fenómeno de la luz al final del túnel, precedido de una sensación de flotación en su cama seguida del deambular desenfrenado a través de un túnel que finalizaba en una luz intensa y les proporcionaba una sensación de placidez". Los tres también le indicaron que en ese trayecto vieron una especie de película con datos sobre su vida.