El papa Francisco quiso expresar ayer su cercanía con los portadores del virus VIH y los enfermos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, en particular con los niños, justo en la jornada en la que se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida.

Tras el rezo del Ángelus dominical desde la plaza de San Pedro del Vaticano, el pontífice argentino reconoció además la labor de los misioneros y sanitarios que trabajan para paliar los efectos de esta enfermedad. "Hoy se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el VIH/sida. Expresemos nuestra cercanía a las personas que lo sufren, especialmente a los niños, una cercanía que es muy concreta por el compromiso silencioso de muchos misioneros y operadores" sanitarios, apuntó Francisco. "Recemos por todos ellos. Que todo enfermo, sin excepción, pueda acceder a los cuidados que necesita", agregó.

Por otra parte, el Papa se reunirá desde mañana y hasta el jueves con los ocho cardenales que forman el Consejo de Cardenales asesores nombrado por el Papa para que le aconsejen en el gobierno de la Iglesia y en la reforma de la Curia romana, conocido como G-8 vaticano. En su primera reunión, en octubre, se decidió impulsar una nueva constitución sobre la organización de la Curia y no una reforma de la constitución apostólica Pastor bonus.