La Conferencia Episcopal (CEE), que acaba de renovar sus cargos directivos, reclamó ayer la palabra para la Iglesia en la sociedad española y confió en unas relaciones con el Gobierno basadas en la independencia y la libertad. El secretario general de la entidad, José María Gil Tamayo, mostró una CEE de "obispos unidos y todos con el papa Francisco", después de que el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, haya sucedido como presidente al cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco. A preguntas de los medios, Gil Tamayo informó de que Blázquez fue felicitado por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y todos los miembros del gabinete. Aunque ahora no era el momento de establecer un calendario para una posible reunión entre ambos, precisó, es una cuestión que está "abierta".