La Comisión del Vaticano para la protección de menores presentará programas de preparación, educación y formación en respuesta a los abusos a menores para fomentar la responsabilidad local en todo el mundo y el intercambio mutuo de "prácticas mejores", según informó el arzobispo de Boston, el cardenal Sean O' Malley, máximo responsable de la diócesis donde surgieron los primeros escándalos en Estados Unidos.

Los primeros miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores se reunieron por primera vez en la Casa de Santa Marta entre el jueves y ayer. En la Conferencia también estaba presente Marie Collins, víctima de abusos sexuales a los 11 años y miembro de esta Comisión, quien ha comentado que se iba de esta primera reunión "con sensaciones muy positivas y esperanza".

El arzobispo de Boston ha explicado que los estatutos que presentarán al Papa incluirán "propuestas específicas que hagan hincapié en la sensibilización de la opinión pública sobre las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha un abuso, así como de la falta de ayuda a las víctimas de abusos sexuales y a sus familias".

O' Malley expresó su "profunda solidaridad con todos los que han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños o adultos vulnerables", al tiempo que detalló que desde el comienzo de las sesiones de trabajo han adoptado el principio de que "el bien de un niño o de un adulto vulnerable es prioritario a la hora de tomar cualquier decisión".

Sobre el desarrollo de los encuentros, explicó que cada uno de los miembros ha compartido "ideas, experiencias y aspiraciones" sobre esta Pontificia Comisión y que se han discutido "la naturaleza y los objetivos" de la misma. Además se ha puesto de manifiesto que se llevará a cabo en un futuro "la ampliación de sus miembros para incluir a personas de otras zonas geográficas y de diversas competencias", concluyó.