El coruñés Mario Costeja es el David que ha saltado a la palestra europea porque ha ganado el combate para lograr que el Goliat que representa Google borre una información suya desactualizada. Este abogado de 56 años denunció al gigante de internet por seguir indexando en sus resultados de búsqueda datos antiguos, según los que seguía apareciendo en las búsquedas como "deudor y casado" y aparecían datos referidos a un embargo del pasado. Pese a las primeras conclusiones del abogado general europeo Niilo Jääskinen, que le negó la razón, Costeja aguantó un segundo round. Y ganó.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el máximo órgano en la materia, ha respaldado el derecho al olvido defendido por España a través de la Agencia Española de Protección de Datos. Señala en su fallo hecho público ayer que los motores de búsqueda como Google deben retirar los enlaces a informaciones publicadas en el pasado si se comprueba que perjudican a un ciudadano y no son ya pertinentes. Se trata de una sentencia pionera y además, no cabe posibilidad de recurso.

Este coruñés, sin embargo, introduce un matiz a la sentencia y es puntualizar que "nunca" ha defendido en sí el derecho al olvido, sino la "supresión de datos irrelevantes o que puedan ofender a las personas, o menoscabar su dignidad". "Si, a raíz de la solicitud de la persona afectada se comprueba que la inclusión de esos enlaces en la lista es incompatible actualmente con la directiva (de protección de datos personales), la información y los enlaces que figuran en la lista deben eliminarse", afirmó la Corte con sede en Luxemburgo en su sentencia de 28 páginas.

La reacción de Google no se ha hecho esperar. La directora de Comunicación y Asuntos Públicos de Google para el sur de Europa, Marisa Toro, aseguró: "Esta es una decisión decepcionante para los motores de búsqueda y editores online en general. Estamos muy sorprendidos de que difiera tan drásticamente de las conclusiones del Abogado General y de las advertencias y las consecuencias que ya identificó. Vamos a dedicar tiempo, desde este momento, para analizar las implicaciones de dicha decisión".

Desde la Agencia Española de Protección de Datos, su director, José Luis Rodríguez Álvarez, manifestó su confianza en que esta sentencia "marque un punto de inflexión" en la conducta de Google, para que, "a partir de ahora, cumpla con la normativa europea de protección de datos y respete los derechos de los ciudadanos".

Las asociaciones de internautas difieren sobre lo efectos de la sentencia, ya que unas la consideran un avance para la privacidad del ciudadano mientras que otras creen que el fallo otorga aún más poder a Google. La decisión afectaría a más de 220 recursos interpuestos por Google contra resoluciones de la AEPD, actualmente pendientes de resolver ante la Audiencia Nacional. La sentencia hace prever una "avalancha" de reclamaciones de ciudadanos para que Google retire de la red enlaces a informaciones que les perjudican, según expertos.