La psicóloga educativa Belén Álvarez concibe dos formas de enfocar el refuerzo veraniego en función del ciclo académico en que se encuentre el estudiante:

ENiños de Primaria. Al finalizar el curso, la psicóloga recomienda que los padres acudan a los profesores en busca de materiales de lectura y trabajo. Su experiencia personal con los niños y su nivel de preparación les convierte en los mejores consejeros a la hora de preparar los deberes veraniegos y enfocar estas tareas de modo que el niño no se sienta castigado.

EJóvenes de Secundaria. Aquellos que suspendan una o varias asignaturas, deberán repasar todas las asignaturas y realizar un esfuerzo añadido con aquellas materias que no han aprobado. Álvarez considera una buena praxis mandar a los hijos a academias para mantener las rutinas de trabajo y reforzar los conocimientos adquiridos durante el curso siempre y cuando se trate de "un buen sitio, no masificado, para que reciba la atención que necesita". En cualquier caso, la psicóloga considera que la lectura es "fundamental" y que se debe permitir al niño o joven elegir aquellos materiales de lectura que le resulten más atractivos.