La monja Chantal Pascaline, ayudante de los religiosos españoles Miguel Pajares y Juliana Bonoha, falleció ayer a consecuencia de la enfermedad de ébola en el Hospital San José de Monrovia del que los españoles fueron repatriados el jueves. Los otros dos religiosos con ébola que permanecían aislados en el hospital, Georges Combey y la hermana Paciencia Melgar, fueron trasladados ayer en ambulancia al hospital liberiano ELWA, gestionado por Médicos Sin Fronteras. Ambos eran cuidados por el enfermero voluntario camerunés William Ekeurm, que también se encarga de la salud del administrador del centro Eugene Osei-Wusu.

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, a la que pertenecen estos religiosos, prepara un equipo de profesionales sanitarios para enviar lo antes posible a la zona. El Hospital San José se encuentra cerrado desde el pasado 1 de agosto, tras la muerte de su director, Patrick Nshamdzea.

Mientras, los dos religiosos trasladados a España -Miguel Pajares y la religiosa Juliana- continúan estables y su salud "no ha empeorado", según informaron fuentes sanitarias. Los dos religiosos españoles ingresaron en este hospital el pasado 7 de agosto, tras llegar a Madrid en un vuelo especial procedente de Monrovia (Liberia) y desde entonces apenas se han conocido detalles del estado de salud del sacerdote, quien expresó su deseo de que no se faciliten partes médicos sobre su evolución. Sí se sabe, en cambio, que la monja Juliana Bonoha Bohé permanecía a mediodía del viernes "asintomática, sin fiebre, bien hidratada y con buen estado general"; que no está infectada de malaria y que en los próximos días se le repetirán las pruebas del virus del ébola, que, por el momento, fueron negativas.

Los familiares de Miguel Pajares confirmaron ayer que sigue estable, sin fiebre y sin sufrir hemorragias. Emilio, uno de los hermanos del religioso, reconoce que las noticias son "tranquilizadoras". La ausencia de hemorragias, uno de los principales riesgos del ébola, hace vislumbrar una recuperación. "Tenemos pocas noticias, ahora nos toca esperar y que siga con una evolución como hasta ahora", recalcó Emilio Pajares. Los familiares aún no han recibido notificación por parte de las autoridades sanitarias para poder visitar a Miguel, aislado en la 6ª planta del hospital Carlos III. "Cuando nos digan, iremos, pero ahora lo que nos interesa es que siga estable", señala.

Por otro lado, los pasajeros del primer vuelo directo de Lagos (Nigeria) a España desde que la Organización Mundial de la Salud decretó la alerta mundial aterrizaron ayer en Madrid a primera hora de la mañana. Los viajeros pasaron sin incidentes los rigurosos controles sanitarios activados tras el brote del ébola, aunque hubo susto inicial porque dos niños presentaban síntomas de fiebre al llegar a España.

Los sanitarios pudieron comprobar que ambos menores padecían amigdalitis. Las mismas fuentes señalaron que los niños, junto a su madre, viajaron desde Senegal hasta Nigeria y que solo han pasado "unas horas" en el aeropuerto nigeriano, reduciendo las posibilidades de contagio por el virus. Los controles sanitarios en el aeropuerto de Barajas se desarrollarán hasta que la Organización Mundial de la Salud mantenga la alerta declarada por el virus.

Mientras, los países del entorno de los cuatro afectados -Sierra Leona, Liberia, Nigeria y Guinea- toman medidas para evitar que el brote de ébola que afecta a África occidental, el más letal de la historia, se expanda en sus territorios. El Ministerio de Salud de Zambia anunció ayer que prohibirá la entrada en el país de ciudadanos procedentes de países afectados por el brote de ébola que ya ha dejado 961 muertos, Guinea cierra sus fronteras con Liberia y Sierra Leona y Arabia Saudí ha aumentado sus protocolos de vigilancia en aeropuertos para evitar la entrada del virus del ébola coincidiendo con la llegada masiva de peregrinos musulmanes con motivo del Haj, que reúne a millones de personas que quieren cumplir con el rito de llegar a la ciudad santa de la Meca a principios de octubre. La OMS ha decretado el ébola "emergencia" de salud pública para que todas las naciones colaboren y vigilen para evitar la expansión del brote.

Los médicos que atienden en el hospital Carlos III de Madrid al sacerdote Miguel Pajares podrán administrarle el medicamento ZMapp, utilizado en EEUU para el tratamiento de la enfermedad de ébola, que ha llegado al centro tras la autorización de su importación por el Ministerio de Sanidad. El medicamento se encuentra en la fase inicial de investigación y se ha importado al amparo de la legislación que permite el uso de medicamentos no autorizados en pacientes que padecen una enfermedad que pone en peligro su vida y que no pueden ser tratados satisfactoriamente con un medicamento autorizado.

Una vacuna contra el virus del ébola podría estar lista en 2015, si se cumplen los plazos más optimistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los laboratorios farmacéuticos, declaró ayer el director de vacunas de esa agencia, Jean-Marie Okwo Bélé. "Se pueden aplicar procesos de urgencia (...) para que a lo largo del año 2015 se disponga de una vacuna", indicó.