La denuncia del personal de Enfermería de la UCI del Meixoeiro, el centro de referencia en Galicia frente al ébola, sobre la falta de formación y la inadecuación de los equipos de protección individual con los que tendrían que atender a un posible infectado por ébola en el centro de referencia para toda la comunidad, ha tenido una respuesta rápida. En la tarde de ayer, el Sergas inició con dos enfermeras los talleres para mostrarles cómo deben ponerse y quitarse el traje, así como las habitaciones de aislamiento en las que desarrollarán las tareas. Además, suministraron un nuevo mono, "más resistente e impermeable", según el personal.

De todos modos, la plantilla del centro de referencia en Galicia aún no se muestra confiada y mantiene convocada una concentración para el lunes, ya que considera que ni los profesionales "ni el hospital están preparados para el ébola, como nos quieren hacer creer". La conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, defendió que el material, al igual que los protocolos, "es el avalado por la OMS y el que se está utilizando en África, los profesionales que están realmente en contacto con casos de ébola todos los días". Deja en manos de los responsables de Medicina Preventiva evaluar la necesidad de "mejorar o reforzar la formación".

El personal de Enfermería de la UCI se ha citado el lunes con los abogados del colegio provincial para saber si se pueden negar a participar en la unidad especial del ébola si consideran que no se garantiza su protección. Desde su sindicato (Satse) aclaran que no es que se nieguen a atender a un paciente infectado por el ébola, sino que exigen que se les dote de los medios adecuados. "Hay miedo y es legítimo", defiende Carmen García Rivas.

Al Colegio Oficial de Enfermería de Pontevedra también han llegado "muchos asociados con muchas dudas". El servicio de Medicina Preventiva reaccionó ayer a las denuncias de la plantilla, entendió su preocupación y le transmitió su disposición a resolver las deficiencias que se detecten. De hecho, inició ya ayer los talleres prácticos, que se impartirán a dos personas por turno. Incluso les han facilitado trajes para que entrenen por su cuenta. Son mejores que aquellos de los que disponían hasta ayer. Cuentan que es la tercera vez que se los cambian: "Primero solo era una bata; luego, fue un mono permeable; y, ahora, según las dos compañeras que lo han visto, es un mono más fuerte y resistente". Quieren comprobar que se corresponda con los de mayor nivel de protección. El traje tiene capucha y se completa con mascarilla y gafas que "cubren bastante" el rostro. No como antes. Desde la CIG destacan un fallo: los pantalones están abiertos y se recomiendan unas botas que no hay. La plantilla de la UCI del Xeral también está empezando a moverse para reclamar mejores medios para actuar. Ayer mostraron en un vídeo cómo un líquido traspasa las costuras de los monos que les facilitaron.

No a todos los profesionales se les está suministrando equipos del mismo nivel de protección. En los centros de salud y Puntos de Atención Continuada han recibido unas bolsas que contienen una bata, una mascarilla, un gorro, guantes y unas gafas. "El contagio puede suceder tanto en la unidad de aislamiento del Meixoeiro como en el centro de salud al que acuda el infectado", denuncia María Xosé Rodríguez Vilaseco (CIG) y añade que "mandaron el material contado".

"El taller práctico deberían haberlo dado desde el principio", reprobó Araceli Loureiro (CCOO) y reclamó "que preparen de forma muy urgente al resto" del personal, ya que solo lo han hecho con dos enfermeras. "Si hoy nos llega un paciente de ébola, no estamos preparados", concluyó.