El Servizo Galego de Saúde (Sergas) salió ayer al paso de las denuncias de los profesionales sobre la falta de medios adecuados para atender un posible caso de ébola, para asegurar que el Complexo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), centro de referencia para el tratamiento de la enfermedad en Galicia, dispone de 300 equipos de protección individual "de la máxima categoría" y garantizar que, "si hoy mismo" se activara la alerta en la comunidad gallega, los profesionales "están suficientemente preparados". La formación práctica, que comenzó el jueves, se extenderá a 500 sanitarios.

El jefe de Medicina Preventiva del Hospital Meixoeiro, Víctor del Campo, estimó que estos 300 trajes, de un solo uso, servirían para atender a un paciente de ébola durante 12 días, a razón de 25 unidades por jornada. Los considera "más que suficientes", pero explica que se han solicitado "casi" otros tantos. El problema es que "el mercado está desabastecido". Estima que podrían llegar a lo largo del próximo mes.

El doctor del Campo explicó que los 300 trajes disponibles para el personal de hospital son los de mayor protección frente a los líquidos. Los hay de dos categorías, el mejor, que resiste incluso chorros a presión (categoría 3), y el que le sigue, "absolutamente impermeable". Con respecto al mostrado en un vídeo por el personal de Enfermería de la UCI, en el que se observa como el líquido penetra por las costuras, el doctor del Campo sostuvo que se tratan de equipos que se les proporcionaron "hace unos meses para hacer prácticas". El mismo argumento defendió el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, los profesionales del departamento responden que nunca les informaron de este aspecto.

Dos pares de guantes

El mono cuenta con una capucha que se cierra dejando un "pequeño óvalo" visible en el rostro. Del Campo garantiza que la mascarilla y las gafas que lo complementan cubren toda la superficie. Explica que se optó por "polainas" con suelo antideslizante para cubrir el calzado en vez de botas para desecharlas y "evitar el problema de tener que limpiarlas". A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de un solo par de guantes, han optado por utilizar dos, al tratarse la zona más expuesta.

Ponerse la equipación lleva unos 15 minutos. Quitárselo lleva más. En torno a 25 minutos, dependiendo de la destreza. Se empieza por retirar el mono y el primer par de guantes. Se quita la protección respiratorio y la visual, seguido de los cubrezapatos y, por último, el segundo par de guantes.

Con respecto a la formación, el jefe de Medicina Preventiva del hospital vigués defendió que se empezara por la preparación "en aula", que se impartió a 500 profesionales. A estos mismos se extenderán ahora los talleres prácticos. Son, principalmente, personal de UCI, Urgencias, Medicina Interna, Ginecología, Pediatría. A unos les enseñará Medicina Interna de forma directa y, a otros, "en cascada", a través de compañeros que ya hayan recibido estas lecciones.

El doctor del Campo subrayó que muchos profesionales ya contaban con esta preparación, pero insistió en la necesidad de que el entrenamiento sea continuo, tanto a nivel teórico como práctico, y que se repitan de forma periódica las maniobras para no olvidar las pautas.

Atención Primaria y PAC

El equipo que se proporcionará a los centros de salud y Puntos de Atención Continuada (PAC) de la comunidad gallega no será el mismo. En función del "nivel de exposición al contagio" de la enfermedad que se les atribuye, el Sergas defiende que basta con que se protejan con batas impermeables, guantes, gorro y una mascarilla quirúrgica.

El jefe de Medicina Preventiva del hospital vigués considera que "es imposible de preveer" que un paciente con ébola llegue con o sin ningún caso secundario aparejado. Si fuera necesario mantener a más de dos personas en observación, "se llevarían a alguna planta de hospitalización" mientras no presentaran sintomatología y, por tanto, no supongan un riesgo de contagio.