A las crisis familiares, reflejadas en las estadísticas de los divorcios y separaciones, se sumó la otra crisis, la económica, y comenzaron a proliferar en España las pruebas de paternidad, que rondan las 5.000 al año. En un contexto complicado, muchos padres, en situaciones de conflicto con su pareja, comenzaron a preguntarse si tendrían que asumir la manutención de un hijo que podría no ser suyo. Otras veces las sospechas surgen de rumores en el entorno. El caso es que cada vez se hacen más pruebas en Galicia.

El Instituto de Ciencias Forenses de la Universidade de Santiago, que desarrolla también pruebas con validez judicial para la Administración autonómica, constata un incremento de las verificaciones de paternidad que le llegan a través del canal de la justicia gratuita en los últimos años. La Consellería de Vicepresidencia lo confirma, al menos para el último año: 61 casos en 2013 frente a 56 en 2012. Pero también hay un aumento en las clínicas privadas, como el laboratorio Lema & Bandín, donde perciben más interés ciudadano, aunque sean sobre todo a título informativo, es decir, sirven para aclarar suspicacias, pero no como prueba legal. Lo que suele ocurrir según el director del centro, Tomás Camacho, es que antes de embarcarse en un pleito, los interesados comprueban que este puede estar fundamentado.

Además, en lo que se refiere a las sospechas, comenta, suelen ser infundadas. Este especialista confirma lo que ya señalaba un estudio de hace un lustro: en la mayoría de los casos, al menos los que pasan por su laboratorio -172 en el último año, y no solo de España, en casi todos los casos vinculados a la filiación padre e hijo-, la pregunta "¿soy el padre?" se responde afirmativamente. "En nuestra experiencia, la mayoría son hijos", subraya.

Estas pruebas de carácter informativo pueden ser también anónimas y Camacho explica que suelen llegar por oleadas. Por ejemplo, apunta, coinciden con las vacaciones, un período en el que se dan, como hace notar, más separaciones de parejas. Y la publicidad ayuda: basta con que salga un programa donde se habla del tema para que algunos se decidan a probar. En el caso del Instituto de Ciencias Forenses, aunque los exámenes de paternidad tengan un origen privado, siempre requieren el consentimiento de la madre. Suelen realizar entre 150 y 170 test cada año para solventar este tipo de cuestiones, solo que en su centro se realizan una parte importante de pruebas "complejas", como paternidades cadavéricas o pruebas de parentesco a través del análisis de familiares.