El Consejo de Ministros aprobará hoy el real decreto que permite a las universidades cambiar el modelo de enseñanza superior y acortar las carreras de cuatro a tres años, ampliando los másteres de un curso a dos. Supondría pasar de un modelo de 4+1 a otro de 3+2, más típico de países anglosajones. Se trata de una decisión opcional: cada universidad podrá acogerse o no al nuevo modelo, si bien se prevé que las que acepten el reto empiecen a funcionar con el nuevo modelo para el próximo curso.

Las universidades gallegas han expuesto su opinión en varias ocasiones sobre la propuesta de reforma: rechazan el nuevo modelo porque consideran que todavía acaba de salir la primera promoción de las carreras que se adaptaron al Espacio Europeo de Educación Superior. Creen que es muy pronto para tocar de nuevo el sistema, tras los cambios aplicados con el proceso de Bolonia, sin tiempo para analizar los resultados de la anterior transformación de los grados.

La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, expresó ayer que los objetivos de la reforma son "flexibilizar" la estructura universitaria, "converger con Europa" y permitir "un ahorro a los estudiantes". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, preguntado ayer por este tema, aseguró desconocer su "contenido y alcance" y remitió la cuestión al conselleiro de Educación.

Precisamente Jesús Vázquez habló en su día en el Parlamento sobre este tema y aconsejó dar el paso al modelo 3+2, al ser "mayoritario en los países del Espacio Europeo de Educación Superior". En todo caso, Vázquez defendió la autonomía de las universidades para fijar la duración de sus planes de estudio. El hecho de que cada institución académica pueda implantar el nuevo sistema o quedarse con el anterior no tranquiliza a la comunidad universitaria, ya que consideran que los planes deberían estar igualados.

Representantes de los estudiantes en la comunidad gallega tampoco están de acuerdo con este cambio de sistema. "Ni salimos de Bolonia para volver a cambiar el modelo", indican.