Un hospital de Navarra, otro de la Comunidad Valenciana y el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) son los únicos centros que han implantado en España algún corazón artificial de última generación. En Galicia, el primer dispositivo de este tipo se implantó el pasado mes de octubre. El beneficiario fue un vecino de Vimianzo, de 38 años, que sufría insuficiencia cardíaca desde los 32 y que le obligaba a llevar una vida "muy limitada".

Juan Carlos Agustín comenzó a notar la diferencia nada más recibir el alta médica. "Antes me cansaba muchísimo simplemente al subir una cuesta y ahora no", señalaba durante la rueda de prensa para explicar la operación, en la que reconoció que cuando los médicos le propusieron implantarle este innovador dispositivo no lo pensó dos veces. "Dije que sí al día siguiente", resaltaba este paciente coruñés.

Mientras que tenga este dispositivo no puede despegarse de las baterías y el ordenador, que lleva a modo de bolso o enganchados al cinturón. "Tengo que cambiar las baterías cada cuatro horas", indica el joven trasplantado. La única limitación radica en que el cable que une el aparato y el controlador no puede mojarse.