Las familias con dificultades para llegar a fin de mes, incluso a pesar de disponer de un trabajo, centrarán el plan social contra la desigualdad que la Xunta prevé acometer para que "la recuperación llegue a todos", en palabras del presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, que presentó las líneas generales de la estrategia. Contará con ayudas económicas para pagar la hipoteca o el alquiler y así evitar los desahucios, y ampliará los fondos para las necesidades más acuciantes, libros o medicamentos, si bien el dirigente no concretó la dotación presupuestaria de estas medidas, los límites de ingresos para poder acceder a esas subvenciones, la fecha de aplicación o la cifra de potenciales beneficiarios.

La Xunta comenzará una ronda de contactos de forma inminente con las entidades sociales para concretar los objetivos de su plan y los límites de ingresos y condiciones familiares para acceder a estos fondos y después propondrá a ayuntamientos y diputaciones sumarse a la lucha contra los desahucios, una de las patas de la estrategia. Las iniciativas para tratar de impedir que los ciudadanos pierdan sus casas constituyen una fase central del proyecto. Por un lado, se ampliará el asesoramiento del programa Reconduce a quienes estén en riesgo de perder su vivienda por impago de alquiler -hasta ahora solo estaba dirigido a hipotecas-, y se crearán cuatro oficinas de atención en A Coruña, Lugo, Ourense y Vigo. También se habilitará, mediante un decreto, un registro de viviendas vacías en concellos de más de 10.000 habitantes que estén en manos de entidades financieras, la Sareb estatal -el banco malo que se quedó con los activos de la banca en problemas- y los fondos de inversión. Esos pisos tendrán como objetivo "elevar las posibilidades de realojo" de las personas que hayan perdido su vivienda, según explicó Feijóo tras la reunión semanal del Consello, si bien reconoció que la inclusión de esas viviendas será voluntaria por parte de las entidades. En estos momentos, la Consellería de Medio Ambiente ya tiene a disposición 50 viviendas en manos de la Sareb para aplicar en sus programas sociales, pero reconoce que no siempre puede realojar a las personas desahuciadas cerca de sus lugares de trabajo.

Además, el plan social completará medidas ya puestas en marcha para llegar no solo a las personas casi sin ingresos -la Risga ofrece casi 400 euros para quien cobre mensualmente esa cantidad o menos-, sino "para los que los tienen y son insuficientes", explicó el presidente de la Xunta, e indicó que se completará la exención del pago de medicamentos "a más colectivos" y se ampliarán las ayudas para adquirir los libros de texto y cubrir "necesidades básicas".

Para financiar estas medidas este año, la Xunta reordenará los fondos de cada consellería implicada e incluirá una memoria económica en los presupuestos de 2016 que comenzará a elaborar el mes que viene.

Por otra parte, el Consello de la Xunta también avaló el balance del primer año de la estrategia de especialización empresarial inteligente RIS3, que movilizó 220 millones de euros en innovación de los que 1112 eran públicos. Están comprometidos otros 45 para el proyecto de drones en la base de Rozas.