El Defensor del Paciente recibió a lo largo del pasado año 14.430 quejas por presuntas negligencias médico-sanitarias (319 menos que en 2014), de las cuales 806 acabaron en muerte (29 menos) y son las listas de espera las que acumulan un mayor número de reclamaciones.

Así se desprende de la Memoria anual de esta asociación, presentada ayer por su presidenta Carmen Flores, quien opinó que esta ligera mejora de los datos se debe, fundamentalmente, al esfuerzo de los políticos ante la convocatoria de elecciones.

Flores recalcó que la sanidad pública sigue siendo un "enfermo" que está "muy lejos de mejorar" y ha hecho hincapié en las listas de espera que son "un lastre para los ciudadanos" que provocan muchas muertes cada año, y cifró en 567.500 los pacientes que se encuentran a la espera de una intervención quirúrgica y en 96 días la demora media para una operación.

Las negligencias más habituales de las que esta asociación tiene constancia se produjeron por mala praxis -intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias o retrasos en ambulancias-. Sin embargo, el principal motivo de reclamación durante el pasado año fue el diagnóstico erróneo o tardío "propiciado por las listas de espera" y la pérdida de oportunidad terapéutica como consecuencia de la falta de medios por los recortes sanitarios que ha afectado tanto a la sanidad pública como a la privada.

Además, en los últimos doce meses, los servicios jurídicos de esta asociación han contabilizado alrededor de una veintena sentencias por retraso diagnóstico en cáncer de mama.