Los controles de la Axencia Tributaria de Galicia (Atriga) sobre el impuesto de sucesiones y donaciones permitieron el pasado año incrementar la recaudación por este tributo en 78,7 millones de euros. Las autoliquidaciones que presentan los contribuyentes son revisadas con lupa por la Atriga para comprobar si son correctas. En ocasiones se hallan errores sin mala fe en las declaraciones y otras veces se detectan pequeñas trampas para pagar menos al fisco. En ese caso la Axencia Tributaria corrige al alza las cantidades abonadas por los afectados. En 2015 fueron casi 10.000 los contribuyentes que tuvieron que pagar más tras la revisión. Los 78,7 millones que han aflorado gracias a estas comprobaciones -que pueden corresponderse a las declaraciones presentadas en los últimos cuatro años- son además una cantidad importante si se tiene en cuenta que el volumen de dinero recaudado en Galicia por sucesiones y donaciones en 2015 fue de 180,9 millones, según las cifras de ejecución presupuestaria del Ministerio de Hacienda. Es de, de hecho, en el impuesto de sucesiones y donaciones donde la Atriga detecta un mayor volumen de deuda tributaria.