"Es razonable pedir un 4 en la 'reválida', subir al 5 impediría hacer un grado a algunos alumnos"

-La mayoría de las universidades son muy críticas con el modelo que permite ofertar grados de entre 3 y 4 años.

-Para nosotros es prioritario racionalizar la duración de las titulaciones. La mayoría de los rectores tenían la intención de que los estudios siguieran con la misma duración que hasta ahora (4 años), porque es difícil entender que los grados de Derecho o Química en universidades de la misma comunidad tengan duración diferente. Hemos tenido buena acogida y hay un principio de acuerdo, que debería ver la luz pronto, el cual dice que los grados de 4 años serían todos aquellos que estaban en el catálogo preBolonia, es decir, licenciaturas, ingenierías y el campo biomédico, salvo las de regulación propia como Medicina, Farmacia o Veterinaria. En el resto, que cada universidad hiciera lo que quisiera: entre 3 y 4 años.

-¿Hacía falta cambiar la selectividad?

-Fuimos muy críticos con la Lomce y hace un año pedimos una prórroga de la PAU de al menos un año. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, nos dijo que no le parecería mala idea, pero que no se podía cambiar una ley orgánica con un Gobierno en funciones. Ahora se ha decidido suspender sine die la validez académica de esa evaluación de Bachillerato, que está pendiente de una orden ministerial de desarrollo -debe salir antes del día 30-, pero creo que va a ser lo más parecida a la PAU.

-Los estudiantes quieren saber ya cómo va a ser.

-Más de 300.000 todavía no tienen claras las reglas de juego. Con el Gobierno en marcha, esa orden ministerial tiene que salir, porque se está generando incertidumbre. Me consta por mis contactos con el Ministerio que lo tienen hecho.

-¿Se debe mantener en un 4 la nota mínima para aprobar la evaluación final de Bachillerato como sucede con la PAU?

-Es una petición razonable. Entendemos que el 5 impediría a algunos estudiantes ir a la universidad.

-¿Qué opinan los rectores del sistema actual de becas?

-Necesitamos y reclamamos más y mejores becas, es un compromiso de la CRUE. Es preocupante que tengamos el 0,11% de inversión del PIB para becas universitarias, cuando la media de la OCDE es del 0,31%.

-¿Cómo afecta a las universidades la reducción de la financiación pública de las comunidades?

-En parte se ha subsanado aumentando las tasas, lo que ha originado que, en algunas comunidades, se pague tres veces más por una matrícula que en otra. Es preocupante e injusto. Los estudiantes con menos recursos tienen verdaderos problemas para continuar. Hay que trabajar para cambiarlo.

-¿Por qué la universidad española es poco atractiva para los extranjeros?

-Hay una paradoja, somos el primer receptor de erasmus en términos absolutos, pero hay pocos que estudien un grado completo. La cosa cambia en másteres y doctorados, en los que estamos razonablemente bien. Hay que copiar a los países que lo están haciendo mejor. Francia, por ejemplo, cuando sus universidades van a otros países, siempre van de la mano de sus embajadas. Nosotros lo estamos haciendo también; tenemos que hacer Marca España entre universidades y embajadas juntos.

-¿Y los docentes extranjeros?

-No somos atractivos porque no tenemos capacidad de maniobra (autonomía) para tomar una decisión racional y rindiendo cuentas para presentarles una oferta salarial interesante.

-¿Qué piensa cuando ve a miles de universitarios en paro o saliendo al extranjero? ¿Desaprovechamos recursos?

-Absolutamente. El principal problema de este país es el desempleo. Es insostenible. Universidades, empresas, administraciones públicas y entidades financieras debemos estar unidos en torno a este problema y buscar soluciones.