La reforma de las evaluaciones finales de la Lomce que prepara el Gobierno se aplicará este mismo curso, de manera que finalmente la de 4º ESO será muestral, pues ya no tendrán que hacerla todos los alumnos, mientras que la de Bachillerato solo será obligatoria para acceder a la universidad y habrá que examinarse únicamente de las materias del 2º curso. La modificación de esas pruebas, prevista en un proyecto de real decreto-ley, es un "gesto" y "un primer paso" en el camino hacia un pacto nacional educativo, según destacó ayer el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, tras el Consejo de Ministros.

Educación debatirá el borrador de esa norma con las comunidades autónomas el próximo día 28, con la intención de que el decreto-ley de "medidas urgentes para la ampliación del calendario de implantación" de la Lomce pueda presentarse la primera semana de diciembre.

Las autonomías, según el proyecto, seguirán obligadas a realizar las dos evaluaciones, aunque no tendrán efectos académicos de manera "transitoria" para conseguir los títulos correspondientes. Será durante el tiempo "prudencial y suficiente" mientras se alcanza el pacto educativo, según fuentes ministeriales. Educación quiere acordar ese plazo con las comunidades.

La reválida de ESO dejará de ser censal, pues se efectuará únicamente en los centros que cada comunidad elija. Tendrá una única convocatoria y versará solo sobre las asignaturas troncales generales y de opción de cuarto curso.

Por su parte, la de Bachillerato será lo más parecida posible a la anterior selectividad, según insistió el ministro, servirá para acceder a la universidad y examinará sobre las troncales generales y de opción de segundo curso. Serán seis exámenes, de los que cuatro puntuarán sobre diez y otros dos servirán para subir nota y alcanzar una puntuación máxima de 14. Todos los exámenes serán obligatorios.

Para los alumnos de FP básica se prevé que, durante el periodo transitorio, puedan obtener el título de ESO siempre que el equipo docente considere que han alcanzado los objetivos de la etapa y adquirido las competencias correspondientes. Es decir, no tendrían que realizar la evaluación final de Secundaria Obligatoria para conseguirlo, como la ley prevé ahora.

Méndez de Vigo señaló durante la presentación de las novedades del borrador que se sigue cumpliendo el objetivo de evaluar porque es "bueno", ya que "lo que no se evalúa se devalúa" y reiteró que la Lomce "no se va a derogar ni a paralizar" este curso. También recordó que en el Congreso se va a constituir una subcomisión que, en un plazo de seis meses, establecerá las "líneas básicas" para el pacto educativo; después, el Gobierno presentará un proyecto de ley basado en los acuerdos.

El pleno del Congreso decidió el martes pasado, con el PP en contra, comenzar a tramitar una propuesta legislativa socialista para "suspender" los puntos de la Lomce que aun no hubieran tenido aplicación efectiva, como es el caso de las evaluaciones finales. Méndez de Vigo, que rechazó esta vía, anunció el decreto-ley ahora detalllado para paralizar los efectos académicos de las pruebas de manera inmediata.

Desde la Xunta, el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, valoró ayer los cambios introducidos por el Ministerio en el modelo de las reválidas como una muestra de que "se busca y se quiere fomentar el acuerdo" y el "diálogo" para lograr el pacto educativo. Una actitud que contrapuso, frente a los "mensajes alarmistas" y "con fuerte carga política" lanzados reiteradamente en contra de la acción de Gobierno y la propia Lomce. "El tiempo viene a poner a cada uno en su lugar", señaló.

En este sentido, Rodríguez calificó de "muy positivo" el modelo propuesto. "Creo que el ministro lanzó el mensaje de que se busca y se quiere fomentar el acuerdo, el consenso", reiteró y situó "en la línea" de las demandas de la Xunta respecto a la eliminación del valor académico de estas pruebas. Hizo un llamamiento al consenso "a aquellas comunidades y fuerzas políticas que llevan muchos años posicionándose en contra de aspectos importantes de la Lomce", en alusión al PSOE, para que el día 28 sea "el primer día para empezar a construir, de verdad, cediendo todos un poco, un sistema educativo estable y con continuidad".