Un keniata de 35 años afectado de un tumor gigante en la base del cráneo, inoperable en su país de origen y por el que ya había sido desahuciado, fue intervenido en cuatro ocasiones por el cirujano Pedro Cavadas a lo largo de los últimos cinco años en el Hospital de Manises (Valencia). "Estaba en el límite. La alternativa de Mike era morir miserablemente" y "cualquier opción era mejor que esa", aseguró Cavadas, quien explicó que a ello contribuyó "tumor semimaligno, que no metastatiza, y se puede extirpar".