Los alimentos funcionales, aquellos que prometen mejorar la salud, copan hoy en día la mayor parte de las estanterías del supermercado. Los fabricantes apuestan por enriquecer sus productos para venderlos bajo el lema de que son más saludables, pero los expertos advierten que muchas veces la cantidad que incorporan del comercializado como supernutriente es mínima y aseguran que casi todos pueden adquirirse de forma natural y en mayor cantidad a través de alimentos como la fruta, las legumbres o el pescado. Los yogures que prometen proteger las defensas son un claro ejemplo. El profesor de Bioquímica de la Universidad de Murcia José Manuel López, que imparte charlas por todo el país de lo que denomina productos milagro, asegura que la autoridad europea de seguridad alimentaria ha difundido un informe en el que se indica que no está demostrado científicamente que porque un producto incluya lactobacillus, proteja las defensas así que nadie podría publicitar un producto de este modo. Sí está demostrado, sin embargo, que protege la vitamina B6. Este experto asegura que lo que hacen las marcas es incluir esta vitamina al yogur y seguir anunciándolo como hasta ahora. "Pero ninguna dice que en un plátano hay el triple de vitamina B6 que en ese yogur", explicaba hace un año cuando impartió la charla en A Coruña.

Lo saludable vende y por ello muchas marcas ni siquiera necesitan publicitar los beneficios del artículo o los suplementos que tiene -porque en algunos casos el artículo no los incluye- para dar la sensación de ser un producto bueno para la salud. Basta con que bien visible en el paquete -en algunos casos hasta es el nombre comercial del artículo- se incluyan palabras como Activa-T, Vivesoy, Avenacol y Eficalcio o salga un corazón en una zona del envoltorio, para que el cliente lo asocie automáticamente con un alimento funcional aunque muchas veces no lo sea y la marca cumpla la ley ya que en ningún momento afirma que incluye determinante nutriente o aditivo.

Y pese a que muchos artículos sí están enriquecidos son sustancias positivas para el organismo, los expertos recuerdan que muchas veces basta con seguir una dieta equilibrada para obtener estos nutrientes de forma natural. De este modo, el Omega-3 está presente en las nueces, el pescado azul o la soja; la vitamina riboflavina se incluye en lácteos, carnes magras o huevos y el yodo aparece en mariscos, algunos pescados y las algas.